La candidata ultraderechista al Palacio del Eliseo, Merine Le Pen, llevó a cabo su voto para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia en Hénin-Beaumont, en la región de Norte-Paso de Calais, en el norte de Francia, rodeada de una multitud de simpatizantes.
Le Pen llegó a las 11:00 horas con una gran sonrisa, arropada por un grupo aún mayor, el cual se concentró hace quince días en ese mismo lugar para la primera vuelta de las elecciones, informó el diario francés Le Parisien.
La candidata de Agrupación Nacional avanzó hacia su mesa de votación, dando la mano y haciéndose fotografías y, tras ejercer su sufragio, abandonó el lugar a las 11:11 horas.
Por su parte, Emmanuel Macron, favorito para la reelección en la segunda vuelta de las presidenciales francesas, votó después de las 13:10 horas locales en la localidad de Le Touquet, acompañado de su esposa, Brigitte.
Macron acudió, como es habitual en las jornadas electorales, a su colegio de votación en el Palacio de Congresos de esta ciudad turística de la costa del norte de Francia, donde su esposa tiene una lujosa casa, rodeado de una gran expectación popular y mediática.
Antes de acceder depositar su papeleta en la urna estuvo saludando personalmente durante más de media hora a decenas de personas que habían acudido a verlo, primero junto a su domicilio familiar y después en los alrededores del Palacio de Congresos.
Entre ellos, un hombre al que besó la calva para buscar la buena suerte, como lo había hecho dos semanas antes en la primera vuelta.
Cuando ejerció su derecho de voto ya se habían comunicado los primeros datos de participación a mediodía, del 26.41 por ciento, lo que significa un poco más de un punto porcentual por encima del registrado en la primera vuelta el 10 de abril pasado a esa misma hora (25.48 por ciento).
No obstante, esa participación cuatro horas después de abrirse los colegios electorales es inferior a la que se dio en las tres elecciones presidenciales precedentes. A esa hora, en la segunda ronda de 2017, había votado el 28.23 por ciento, el 30.66 en 2012 y un 34.03 en 2007.
También, ha ejercido su derecho al voto el tercer candidato más votado hace dos semanas, Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (21.95 por ciento), cuyo rechazo a Le Pen podría ser la clave del resultado de la segunda vuelta. Mélenchon ha votado en Marsella y se ha mostrado muy sonriente con los fotógrafos que han acudido a la cita.
Le Pen fue la segunda candidata más votada en la primera vuelta de las presidenciales con un 23.15 por ciento de votos, por lo que este domingo se disputa la presidencia sólo con el liberal Emmanuel Macron (27.84 por ciento).
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La ultraderechista es la heredera del Frente Nacional que lideraba su padre, Jean-Marie Le Pen, quien en 2002 provocó un terremoto político al conseguir pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras lograr un 16.86 por ciento de voto y 17.79 por ciento en la segunda vuelta.
Cinco años después, no hubo candidato ultraderechista en segunda vuelta, pero en 2012, Marine Le Pen logró un récord histórico de respaldo: 17.90. Entonces no consiguió el premio de la segunda vuelta, pero sí lo hizo en 2017 (21.30 por ciento).
Está previsto que Macron almuerce en la casa de Brigitte y que luego se traslade a París para seguir desde el Palacio del Elíseo el resto de la jornada y el anuncio de los resultados al cierre de los últimos centros de voto a las 20:00 horas.
El Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel, ha sido el lugar escogido para la celebración en caso de que se confirme su victoria.
Todas las encuestas han dado como ganador a Macron frente a Le Pen, pero con una distancia mucho más reducida que en el duelo que ambos mantuvieron en 2017.
En los últimos sondeos publicados el pasado viernes, el presidente conseguía entre seis y 14 puntos porcentuales de intención de voto más que la pretendiente ultraderechista.
Una de las claves de esta jornada será el nivel de abstención. Otra será el comportamiento del candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, que quedó en tercera posición en la primera vuelta del 10 de abril con el 21.95 por ciento de los votos.
Mélenchon, eliminado de esta segunda vuelta, no quiso pedir el voto por Macron, con el que tiene profundas divergencias políticas, y se limitó a subrayar a sus electores que no dieran ni una sola papeleta a la líder ultraderechista.
LP