La periodista Christiane Amanpour denunció que el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, le canceló una entrevista a 40 minutos de que ésta comenzara luego de que ella no atendiera la sugerencia de “usar un pañuelo en la cabeza, porque son los meses sagrados de Muharram y Safar”, según le exigió un asistente de la delegación iraní.
Amanpour afirma haber rechazado cortésmente la propuesta alegando que “estamos en Nueva York donde no hay ley ni tradición con respecto a los pañuelos en la cabeza”, respuesta que motivó que Raisi revocara definitivamente el encuentro.
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La periodista de la cadena CNN afirma que tenían semanas planeando con el equipo del presidente iraní la cita, la cual les había tomado 8 horas en la instalación y prueba del equipo, en lo que sería la primera entrevista que daría Raisi en suelo estadounidense.
En este momento las protestas en Irán se han multiplicado y muchas mujeres están quemando sus hijabs después de que la policía de la moralidad arrestó a Mahsa Amini, una joven de 22 años quien murió tras la acción de los agentes que fueron contra ella por no cumplir con el código de vestimenta impuesto en esa nación.
Grupos en defensa de los derechos humanos aseguran que después de arresto y fallecimiento de Amini, hab muerto al menos otras 31 personas debido a la represión desatada por el régimen de ese país. Estos temas iban a ser parte de la entrevista de CNN con el presidente Raisi.
Como parte de sus compromisos con la Asamblea General de la ONU, el presidente de Irán se encuentra estos días en Nueva York donde entregó un discurso en el cual criticó la postura “hegemónica y unilateral” de los Estados Unidos asegurando que “la revolución islámica en su país fue el comienzo para buscar su propio lugar en el mundo”. Y por eso reclama que en ese intento “Irán se ha enfrentado a intentos de golpe de Estado, sanciones opresivas e intervenciones”.
Raisi insistió ayer que “Irán solo persigue esfuerzos pacíficos”, pese a la represión con que han recibido las numerosas protestas en todo el país.
Sin embargo, el mandatario alegó en su postura de que fue “Estados Unidos, no Teherán, quien abandonó el acuerdo” de la no proliferación de armas nucleares y calificó las sanciones a su país como las verdaderas “arma de destrucción masiva”.
De manera vaga y ante lo que consideró “ reclamos infundados” de la delegación de la República Checa, el representante de Irán, “reiteró el compromiso de su gobierno con la promoción y protección de los derechos humanos de todo su pueblo, en particular de las mujeres y las niñas”, promesa que no encuentra eco entre sus ciudadanos.
Mientras Raisi entregaba este discurso, cientos de iraníes exiliados en los Estados Unidos realizaron el miércoles una gran manifestación en la plaza Dag Hammarskjold a un costado del complejo de las Naciones Unidos. En medio de cantos, discursos y manifestaciones de dolor, los presentes pidieron por el fin del régimen musulmán al cual calificaron de “fascista”.
Con mantas, y fotos, reclamaron por los miles de presuntos muertos y desaparecidos que achacan al actual régimen.