En Perú, un puñado de enfermeros surcó en un bote una parte del lago navegable más alto del mundo en busca de vecinos que viven en remotas islas para vacunarlos contra el coronavirus.
“He tenido un poco de temor por el dolor”, dijo a The Associated Press Pedro Porcela, un peruano de 43 años que vive en la isla Corazón Valiente, una de las más de medio centenar que existen dentro del lago Titicaca, que comparten Perú y Bolivia en los Andes.
Porcela se sacó un sombrero de paja y añadió que sobre todo tenía miedo a que por el dolor de la vacuna en su brazo no iba a poder pescar peces nativos o tapizar, con una planta lacustre llamada totora, los pisos que colocan cada mes en la isla flotante donde vive.
Las enfermeras le colocaron su primera vacuna y también a su esposa Elvira Jilapa, de 43 años. Ambos forman parte de un pueblo ancestral y antiguo como la civilización Inca, llamado Uros, que hablan aymara, una lengua oficial peruana que también se usa en Bolivia. El Titicaca también es considerado un lago mítico de los incas y el lugar de donde salieron los fundadores del imperio.
Desde julio, los cinco trabajadores de la salud del único puesto sanitario dentro del lago vacunan a sus vecinos y pese a su esfuerzo, la vacunación contra el covid-19 avanza lenta. De mil 200 habitantes mayores de 18 años que viven en las islas, al momento sólo se han vacunado casi a la mitad.
Empuñando un altavoz, la obstetra Deysi Barriga anunciaba la llegada del bote vacunador a las islas, mientras que el técnico Sebastián Quispe dirigía la pequeña nave motorizada donde llevaban un recipiente forrado de hielo con vacunas de la farmacéutica Pfizer.
"Vamos casa por casa porque a veces no pueden venir y hay un poco de deserción en lo que es la segunda dosis, por eso vamos al encuentro de cada familia", dijo la enfermera María Inés Quispe, quien es la encargada de inyectar las vacunas a los vecinos del lago.
En algunas de las pequeñas islas los pobladores no salieron de sus casas afirmando con fuerte voz desde sus puertas que la vacuna era muy dolorosa y que no se la iban a colocar porque no les dejaba realizar los trabajos rurales.
Aunque Perú ha vacunado contra el coronavirus a más de la mitad de su población de 32 millones de habitantes, la región Puno, ubicada en el sureste y donde se encuentra el lago Titicaca, es una de las que menos vacunados tiene a nivel nacional.
Perú suma más de 200 mil muertos por el virus y más de 2 millones de infectados, según cifras oficiales.
ledz