El primer ministro de Perú, Luis Alberto Otárola, afirmó haber pedido este miércoles a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que archive las denuncias de "líderes terroristas" porque "ofende la memoria" de los peruanos.
El primer ministro hizo referencia a Florindo Flores, ex miembro de la cúpula de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso conocido como camarada Artemio, y de Víctor Polay, ex cabecilla del guevarista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Años atrás, ambos guerrilleros ofrecieron un discurso ante la CIDH, un órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que declaró "admisibles" las peticiones en contra de las administraciones peruanas entre 1980 y 2000.
Para el gobierno peruano la admisión a trámite de "las peticiones de líderes terroristas (...) ofende la memoria de miles de compatriotas cruelmente asesinados por estos grupos", afirmó Otárola ante el Consejo Permanente, el órgano ejecutivo de la OEA.
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Estos casos reabren "heridas que aún no han terminado de sanar en nuestra sociedad", aseguró.
El primer ministro afirmó que en su país se cumplen "justas condenas", por lo que ha pedido "el archivo sumario de las peticiones" de Florindo Flores y Víctor Polay, unos "asesinos sentenciados por terrorismo que buscan sorprender a la jurisdicción supranacional".
Así lo hizo saber durante "un diálogo" con la dirección de la CIDH en Washington, que calificó de "abierto, franco y constructivo".
Florindo Flores y Víctor Polay recurrieron a la CIDH porque consideran que se han vulnerado sus derechos y garantías judiciales.
La campaña de terror de Sendero Luminoso y el MRTA causó unos 70 mil muertos y desaparecidos entre 1980 y 2000 en el país andino, según la Comisión de la Verdad.
Todos los bandos cometieron crímenes y excesos, incluidas las fuerzas militares.
aag