El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó nuevamente con un cierre de las operaciones del gobierno federal sobre sus demandas para un muro fronterizo y otros cambios en la política de inmigración, pero afirmó que sigue abierto a discusiones con el Congreso sobre el asunto.
"Siempre dejo espacio para la negociación", dijo Trump durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en la Casa Blanca. Agregó que no ha trazado una "línea roja" sobre el asunto.
El Congreso debe aprobar una ley de gastos para finales de septiembre y así evitar que se paralicen las operaciones del gobierno. El mandatario reiteró su exigencia de que reformas al sistema de inmigración, incluyendo 25 mil millones de dólares para construir un muro en la frontera con México, sean incluidas en cualquier paquete de gastos.
La idea de una paralización parcial de las operaciones del Gobierno fue criticada por el presidente de la Comisión de Asignaciones del Senado, Richard Shelby.
"Espero que la idea de cerrar el gobierno no sea algo serio y desaparezca", comentó Shelby en el Congreso.
"Si no obtenemos seguridad fronteriza, después de muchos, muchos años de hablar dentro de Estados Unidos, no tendría problemas en un cierre", expresó Trump.
Aparte de construir un muro, el gobierno busca eliminar la denominada "cadena migratoria" que le permite a los familiares de los inmigrantes llegar al país, y el programa de lotería de visas, además de avanzar en lo que Trump llama un sistema "basado en el mérito".
El mandatario aseguró que permitiría un cierre parcial de las operaciones del gobierno si los demócratas no entregan financiamiento para el muro y respaldan los cambios a las leyes de inmigración, apostando que mantener una línea dura favorecerá a los republicanos en las elecciones legislativas de noviembre.
JOS