Tanto la Guardia Costera de Estados Unidos como la empresa OceanGate dieron por muertos al piloto y los pasajeros del sumergible Titán
De acuerdo con los primeros reportes, un robot submarino ha encontrado el cono de la cola del submarino desaparecido esta semana.
La Guardia Costera de Estados Unidos comunicó el hallazgo a las familias de inmediato. Los restos se hallaron a cerca de 500 metros de la proa del Titanic, en el fondo del mar.
OceanGate Expeditions, dijo que su piloto y director ejecutivo, Stockton Rush, junto con los pasajeros Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding, y Paul-Henri Nargeolet “lamentablemente han perecido”.
OceanGate no dio más detalles al anunciar los fallecimientos en un comunicado:
“Los restos son consistentes con una catastrófica pérdida de la presión de la cámara” del Titan, cuya comunicación se perdió el domingo, dos horas después de haber iniciado la inmersión con cinco personas a bordo, anunció el servicio de guardacostas estadunidense, coordinadores de esta compleja operación de búsqueda en la que participan barcos, aviones y robots.
Poco después, la Guardia Costera de Estados Unidos dijo que por los trozos hallados en el fondo del mar eran de la nave y que su condición se adecúa a una implosión. Los objetos fueron hallados en el perímetro de búsqueda con ayuda de un robot submarino a control remoto.
El jueves pasaron las 96 horas que por lo general es el tiempo en que la cápsula tiene aire con oxígeno.
La búsqueda del sumergible ya había dado un giro sombrío horas antes, cuando la Guardia Costera estadunidense informó que se hallaron escombros en el fondo submarino cerca del Titanic, luego que pasara el límite de 96 horas que se estimaba duraría el aire respirable en la embarcación.
El mensaje de la Guardia Costera en Twitter no ofreció más detalles, como por ejemplo si las autoridades creen que los escombros están vinculados al sumergible Titán, que realizaba una expedición para observar los restos del Titanic. Dijo que los escombros fueron hallados dentro del perímetro de búsqueda por un robot submarino operado a control remoto, y que están siendo evaluados.
El Titán llevaba aire respirable para unos cuatro días cuando zarpó alrededor de las 06:00 horas del domingo en el Atlántico Norte —pero expertos han recalcado que de entrada se trata de un cálculo impreciso y el tiempo podría alargarse si los pasajeros han tomado medidas para conservar el aire. Tampoco se sabe si siguen con vida tras la desaparición.
Los rescatistas enviaron más barcos, aviones y otro equipo a la zona de la desaparición, y la Guardia Costera estadunidense indicó el jueves que un robot submarino enviado por un barco canadiense había alcanzado el fondo marino, mientras que un instituto de investigación francés informó que un robot de buceo profundo equipado con cámaras, luces y brazos también se sumó a la búsqueda.
Las autoridades confían en que los sonidos detectados bajo el mar ayuden a reducir la zona de búsqueda, que se había ampliado a miles de kilómetros (millas) —un área del doble del tamaño de Connecticut y en zonas con hasta 4 mil 20 metros de profundidad. Funcionarios de la Guardia Costera dijeron que se detectaron ruidos submarinos en el área de búsqueda el martes y el miércoles.
Jamie Pringle, experto en Geociencias Forenses de la Universidad de Keele, en Inglaterra, dijo que aunque los ruidos provinieran del sumergible, “la falta de oxígeno es clave ahora; incluso si lo encuentran, aún necesitan llegar a la superficie y desbloquearlo”.
La desaparición del Titán fue reportada el domingo por la tarde unos 700 kilómetros al sur de San Juan, Terranova, cuando se dirigía al lugar donde descansa el emblemático crucero hundido hace más de un siglo. OceanGate Expeditions, una compañía de exploración submarina, documenta el deterioro del pecio y el ecosistema submarino que ha florecido en el sitio con viajes anuales desde 2021.
- Te recomendamos Restos localizados cerca del Titanic pertenecen a submarino Titán: Guardia Costera de EU Internacional
Para el jueves por la mañana se iba acabando la esperanza de encontrar con vida a los tripulantes del sumergible.
Aún había muchos obstáculos: No sólo localizar el sumergible, sino también llegar hasta él con equipo de rescate y llevarlo a la superficie, asumiendo que siguiera intacto. Y todo eso debía ocurrir antes de que se acabara el oxígeno de los pasajeros.
El doctor Rob Larter, un geofísico marino del Servicio Antártico Británico, recalcó la dificultad de encontrar algo del tamaño de la nave, que mide unos 6.5 metrose largo y casi tres metros de alto.
“Estamos hablando de entornos completamente oscuros” en los que un objeto a unos metros puede pasar desapercibido, señaló. “Es una situación de aguja en un pajar a menos que se tenga una ubicación muy precisa”.
Entre tanto, se conocieron advertencias significativas sobre la seguridad del vehículo que se habían expresado durante el desarrollo del sumergible.
Medios de todo el mundo informaban el jueves sobre la llegada de la hora crítica para el sumergible. La televisora saudí por satélite Al Arabiya mostraba un reloj en su imagen con una cuenta regresiva sobre cuándo estimaban que podría acabarse el aire dentro del Titán.
El capitán Jamie Frederick, del Primer Distrito de la Guardia Costera, dijo el miércoles que las autoridades aún tenían esperanza de salvar a los cinco tripulantes.
“Esta es 100 por ciento una misión de búsqueda y rescate”, señaló.
Frederick dijo que si bien los sonidos detectados ofrecían la posibilidad de reducir el área de búsqueda, aún no se había determinado su ubicación y fuente exactas.
“No sabemos qué son, para ser franco”, afirmó.
El reporte resultó alentador para algunos expertos porque a las tripulaciones de submarinos que no pueden comunicarse con la superficie se las enseña a golpear el casco de sus navíos para ser detectados por el sonar.
A bordo del Titán iba el piloto Stockton Rush, director general de la empresa organizadora de la expedición, OceanGate. Sus pasajeros eran el aventurero británico Hamish Harding, el empresario paquistaní Shahzada Dawood, su hijo Sulemany, y el explorador francés y experto en el Titanic, Paul-Henry Nargeolet.
Al menos 46 personas viajaron con éxito en el sumergible de OceanGate hasta los restos del transatlántico en 2021 y 2022, según cartas de la empresa remitidas a una corte federal de distrito en Norfolk, Virginia, que supervisa los asuntos sobre el pecio.
lp