La policía de Haití no ganará la lucha contra las bandas criminales sin más apoyo internacional, incluido el despliegue de una fuerza de acción rápida, dijo el miércoles el enviado de Naciones Unidas al empobrecido país caribeño.
Si bien han pasado tres meses desde que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, propuso tal fuerza, luego de que fuera solicitada por el gobierno de Haití, diplomáticos dicen que las discusiones parecen estancadas sobre qué país tomaría la iniciativa.
La enviada de la ONU a Haití, Helen La Lime, dijo a periodistas que "aún tenía esperanzas" de que se pudiera crear una fuerza de acción rápida y agregó: "Podríamos actuar con más urgencia; creo que la comunidad internacional debe hacerlo".
"No ganaremos la lucha sin niveles significativos de apoyo adicional", dijo. "Lo único que realmente preocupa a los haitianos en este momento es la seguridad, poder sobrevivir hasta el final del día".
Estados Unidos, Canadá y México discutieron el tema en una cumbre de líderes este mes. Antes de la reunión, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que era fundamental identificar un país que tome la iniciativa y señaló que Canadá había expresado interés en ese rol.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo en la cumbre que Ottawa estaba trabajando con aliados, incluido Estados Unidos, para disponer de "opciones" si la situación en Haití se deteriora.
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Una fuerza multinacional no se desplegaría como una misión de la ONU, pero probablemente recibiría el respaldo del Consejo de Seguridad del organismo. Estados Unidos ha dicho que buscaría una resolución del consejo, pero los diplomáticos dijeron que eso solo ocurriría una vez que se forme una fuerza.
Las pandillas haitianas han expandido el territorio que controlan desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021. La violencia resultante ha dejado gran parte del país fuera del alcance del gobierno y ha llevado a tiroteos rutinarios con la policía.
En septiembre, las pandillas haitianas crearon una crisis humanitaria al bloquear una terminal de combustible durante casi seis semanas, lo que detuvo la mayor parte de la actividad económica.
HCM