La policía y la fiscalía surcoreanas irrumpieron hoy en la sede de la secta Misión del Evangelio Cristiano, objeto de un reciente documental de Netflix, para investigar los presuntos abusos sexuales cometidos por su fundador, Jung Myung-seok, contra seguidoras del grupo.
Los efectivos entraron el jueves en el complejo que la secta tiene en Geumsan, a unos 165 kilómetros al sur de Seúl, para tratar de obtener pruebas de estos supuestos abusos.
Jung, de 78 años, se encuentra en prisión preventiva desde el año pasado después de que dos antiguas fieles del culto, de nacionalidad hongkonesa y australiana, lo acusaran de abusar de ellas.
Ambas mujeres relatan sus acusaciones en el documental "En el nombre de Dios: una traición divina", coproducido por Netflix y la cadena surcoreana MBS, que dedica cuatro de sus ocho episodios a Jung.
Desde que fue arrestado, al menos otras tres seguidoras del grupo, conocido también como Jesus Morning Star (JMS) o Providencia, lo han acusado de abusos sexuales.
Jung, que se considera a sí mismo un mesías, salió de prisión en 2018 después de pasar 10 años encarcelado por violar y cometer otros abusos sexuales sobre varias integrantes de la secta y por malversación de fondos.
Recientemente, un tribunal rechazó la petición de la propia secta para impedir la emisión del documental, que recoge numerosos testimonios de ex seguidores y activistas que han tratado de recabar pruebas de los abusos que Jung parece haber cometido durante décadas y de manera sistemática contra miles de seguidoras de JMS.
MO