El rey de España entrega el Premio Cervantes a la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi

Cristina Peri Rossi no pudo asistir para recibir el galardón más importantes de las letras hispanas, por problemas de salud que se dieron a conocer desde noviembre.

La escritora Cristina Peri Rossi obtiene el Premio Cervantes. | Especial
José Antonio López
España, Madrid /

El rey de España, Felipe VI, encabezó la ceremonia del Premio Cervantes 2021 que obtuvo la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, quien no pudo asistir para recibir el galardón más importantes de las letras hispanas. En su representación, acudió la actriz argentina Cecilia Roth.

En el discurso de Cristina Peri Rossi, leído por la argentina, señaló que, en caso de escribir “los versos más agradecidos” este día, “no salvarían a los que mueren por las bombas y los misiles en la culta Europa”.

La uruguaya, quien hizo un repaso a su pasado marcado por el exilio y la influencia de lecturas como El Quijote, reconoció que a veces se le "ensombrece el ánimo" por el miedo a que la maldad y la violencia sean una constante de la existencia humana y la lucha entre el bien y el mal se eternice.

“En su ausencia, que lamentamos tanto, queremos darle las gracias por haberse mostrado a menudo rebelde, insumisa, transgresora, distinta, en suma; gracias por los caminos literarios y vitales que ha abierto, por ensanchar el patrimonio del imaginario a una y otra orilla del océano, sorteando en la vida y en la literatura los senderos trillados”, expresó Felipe VI ante la usencia de la escritora Peri.


El evento fue realizado un día antes a lo acostumbrado, como es tradición, en la Universidad de Alcalá de Henares, con la presencia de los reyes Felipe y Letizia, y el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, entre otras autoridades y académicos.

Desde noviembre, cuando se anunció la concesión del premio, ya se conocía sobre el estado de salud delicado de la escritora uruguaya, de 80 años, aquejada de un broncoespasmo.

Por estas causas, no fue celebrado uno de los actos más habituales, como lo es el tradicional encuentro con los medios de comunicación en la Biblioteca Nacional o la entrega del legado en la Caja de las Letras.


La entrega del Premio Cervantes se celebra todos los años el 23 de abril, coincidiendo con la fecha de la muerte del escritor Miguel de Cervantes, debido a la pandemia, por primera vez en la historia, estos dos últimos años no ha sido posible celebrarlo en dicha fecha.

El Premio Cervantes, reconocimiento que otorga cada año el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que está dotado con 125 mil euros, fue concedido a la escritora Peri Rossi, al reconocer en ella la trayectoria de una de las grandes vocaciones literarias de nuestro tiempo y la envergadura de una escritora capaz de plasmar su talento literario en una pluralidad de géneros.


Cristina y su obra

La uruguaya, nacionalizada española, Cristina Peri Rossi, nacida en Montevideo en 1941 y residente en Barcelona, es una de las voces más relevantes de las letras en castellano y la única mujer incluida dentro del boom latinoamericano.

Su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas, en las que manifesta una escritura feminista y homoerotismo que se despliega desde Evohé: poemas eróticos, de 1971, hasta Babel bárbara, de 1990.

Fue la primera en obtener el premio Loewe de poesía con el libro Playstation (2009) y se ha convertido en la sexta ganadora del Cervantes, por detrás de Ida Vitale (2018), Elena Poniatowska (2013), Ana María Matute (2010), Dulce María Loynaz (1992) y María Zambrano (1988).

Peri Rossi es considerada una maestra de la prosa corta, género en el que se estrenó y al que pertenecen sus primeros libros. Viviendo fue su debut en 1963, en esta primera obra se hace una recopilación de cuentos; en 1969 fue publicado Los museos abandonados. En ese mismo año escribió su primera novela, El libro de mis primos, que la consagró como una de las voces más importantes de su generación.

A manera de homenaje, decidió publicar con el apellido de su madre, fue ella la mujer que le transmitió la pasión por la literatura y como un claro compromiso feminista. A partir de ese momento, el peso ideológico, coincidente con el golpe militar en Uruguay y su exilio, sumado a la carga erótica, fue lo que la definió como un referente de la literatura homosexual.

Huyó a España a los 31 años, en 1972, aunque tuvo que volver a exiliarse en París junto a su admirador Julio Cortázar cuando el régimen de Franco le denegó el pasaporte en connivencia con Uruguay. Allí, tanto su nombre como sus libros estaban censurados. Pero ya asentada en Barcelona y una vez fallecido el dictador, prosiguió con su labor literaria.


EABZ

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