Cada año, al menos dos fechas llaman la atención para los que siguen los Premio Nobel: la semana de octubre en que son revelados los galardonados y el 10 de diciembre, cuando se entregan en vistosas ceremonias.
Desde luego, algunos días previos y posteriores a esas dos fechas también acaparan los espacios en redes y prensa, debido a las expectativas y a la resonancia de lo que sucede en ese par de momentos clave del galardón de más renombre y esperado del mundo... aunque no ajeno a críticas y controversias.
De acuerdo al gobierno sueco, el Nobel se otorga a “aquellos que, durante el año anterior, hayan conferido el mayor beneficio a la humanidad” y ya tiene su larga historia que le confiere profundo raigambre y tradición al entregarse desde 1901 en física, química, medicina o fisiología, literatura y paz.
En 1968, como parte del 300 aniversario del Banco de Suecia, se incorporó un sexto premio dedicado a las ciencias económicas que se empezó a entregar un año después.
De acuerdo a la institución del Nobel, se han otorgado 609 premios a 975 personas —solo a 58 mujeres— y organizaciones en las seis categorías. John Goodenough, de 97 años, ha sido el laureado más viejo al recibir el de Química, y Malala Yousafzai, la más joven, con 17 años, por el de la Paz.
Los premios a cada categoría se dan a conocer por lo general en octubre y la gran ceremonia de gala para su entrega se realiza el 10 de diciembre, en recuerdo luctuoso de Alfred Nobel, en dos ciudades: Estocolmo, para los de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía, y Oslo, para el de la Paz.
Alfred Nobel: de la dinamita al legado a la humanidad
Conocido a nivel internacional, el Nobel debe su creación y nombre al ingeniero sueco Alfred Nobel, que al morir el 10 de diciembre de 1896 dejó una gran fortuna para la formación de los premios como su legado a la humanidad.
Nobel fue un químico, ingeniero, inventor y empresario que logró obtener 355 patentes en distintos países y una poderosa empresa dedicada a fabricar explosivos especializados en la industria de la construcción. Entre sus inventos se encuentran detonadores, la dinamita y la pólvora que no emite humo.
En su testamento, redactado en 1895, señala la categoría universal de su visión: “Es mi deseo expreso que al otorgar los premios no se tenga en cuenta la nacionalidad, sino que el premio se otorgue a la persona más digna, sea o no escandinava”.
Los premios de Física, Química y Economía los otorga la Real Academia Sueca de Ciencias y los de Medicina, la Asamblea Nobel en Karolinska Institutet. El Premio Nobel de Literatura es otorgado por la Academia Sueca —garante del idioma de ese país escandinavo— y el de la Paz es concedido por un comité elegido por el Parlamento Noruego (Stortinget).
Para muchas personas es desconcertante que Oslo entregue uno de los galardones —el de la Paz—... y la explicación es sencilla: así lo determinó en su testamento Alfred Nobel; cuando lo redactó, el 27 de noviembre de 1895 en París, Suecia y Noruega estaban unidas y fue en 1905 cuando se separaron como dos países distintos. El Nobel está dotado con 10 millones de coronas suecas (unos 900 mil 357 dólares / 18 millones 194 mil 575 pesos mexicanos).
dr