El presidente Luis Arce encabezó el lunes la marcha por el Día del Trabajo junto a la Central Obrera Boliviana y anunció un aumento de salarios para afianzar su alianza con los mayores sindicatos, en momentos en que enfrenta un creciente clima de conflictos sociales.
El mandatario caminó varias cuadras junto a Juan Carlos Huarachi, líder de la Central Obrera (COB), y ambos participaron de una concentración en una plaza que tuvo un tinte oficialista. En paralelo, y en una marcha menos numerosa, los maestros estatales enfrentados con el gobierno desde hace seis semanas marcharon por otras calles.
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Arce llamó a la "unidad de los trabajadores entorno a la COB para contrarrestar a quienes pretenden dividirla" y dijo que su gobierno "es fuerte porque los sindicatos son fuertes".
El gobierno afronta un complicado panorama económico que está elevando el malestar social. La escasez de dólares, la caída de las exportaciones de hidrocarburos, el millonario subsidio a la gasolina importada y una merma en las reservas internacionales han complicado la gestión económica.
Los maestros estatales demandan mejores salarios y la contratación de más profesores para atender la creciente población estudiantil. El diálogo con el Ministerio de Educación ha sido infructuoso hasta ahora. El lunes 10 maestros se ataron a cruces de madera en la sede del sector y otros dirigentes se han declarado en huelga de hambre para reclamar atención a sus demandas.
A pesar de estar afiliados a la COB los maestros denunciaron que esa organización no los representa.
"Estamos viviendo una coyuntura internacional difícil, pese a ello somos el único país en el continente que recibe un aumento de salarios mientras en otros países se están reduciendo los salarios", dijo Huarachi.
El aumento del 5 por ciento elevó el salario mínimo nacional a 2 mil 362 bolivianos, equivalente a 340 dólares, pero muchos trabajadores -sobre todo obreros- denuncian que su salario está por debajo del mínimo. La ministra de Trabajo, Verónica Navia, dijo que el aumento busca compensar la inflación del año pasado que fue del 3.2 por ciento.
Por su parte, los empresarios señalaron que el aumento llega en momentos de incertidumbre económica y afirmaron que subirá el desempleo.
Margarita Pinel, un ama de casa que hacía compras en un popular mercado de La Paz, dijo a The Associated Press que "todo está caro, todo sube; el aumento no compensa. El gobierno dice que todo está bien. Bien sería que vengan al mercado".
La falta de empleo formal empuja a mucha gente incluso con formación universitaria a buscar ingresos en la economía informal. Según expertos de cada 10 trabajadores, ocho son informales.