El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, completó el sexto movimiento de ministros en lo que va de año, al tiempo que se mantiene un espeso silencio oficial sobre la suerte del defenestrado viceprimer ministro y titular de Economía, Alejandro Gil, por presunta corrupción.
La última movida en el gabinete se centró el jueves en la sustitución del titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex), Ricardo Cabrisas, de 87 años y con un largo historial como servidor público, quien mantiene su cargo de viceprimer ministro.
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Durante años, Cabrisas ha sido el principal negociador de la deuda externa de Cuba, tanto con otros gobiernos como con el sector privado extranjero, y aunque el comunicado oficial sobre su relevo no especificó causas, fuentes allegadas al tema consideran que “el motivo es de salud”.
“El Consejo de Estado, a propuesta del Presidente de la República y previa aprobación del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (único), acordó liberar de sus responsabilidades como ministro del Mincex al compañero Ricardo Cabrisas Ruiz, quien continuará desempeñándose como viceprimer ministro”, dijo la nota oficial.
Agregó que en lugar de Cabrisas se designó a Oscar Pérez Oliva- Fraga, de 53 años, actual viceministro primero del Mincex.
EL pasado 2 de febrero, Díaz-Canel hizo el primer movimiento en el gabinete, que incluyó la sustitución del titular de Economía, Alejandro Gil, quien fue cesado además como viceprimer ministro.
En aquella oportunidad la nota oficial dijo que “a todos los compañeros liberados de sus respectivos cargos se les reconoció el esfuerzo y la consagración en el desempeño de tan altas responsabilidades y en los próximos días les serán asignadas nuevas misiones”.
Silencio en torno a la suerte de Alejandro Gil
En la noche del 8 de marzo, Díaz-Canel anunció sin embargo que Gil estaba sometido a investigación por presunta corrupción y había renunciado al Comité Central del Partido Comunista.
“Como resultado de una rigurosa investigación se determinaron graves errores cometidos por el ex viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, en el desempeño de sus funciones” , puntualizó un comunicado de prensa a la firma del mandatario.
Desde entonces, el curso de la investigación se ha mantenido en silencio con la única excepción de las declaraciones hechas esta semana por la Contralora General de la república, Gladys Bejerano, quien calificó de “traición” los errores atribuidos a Gil.
“Duele y duele mucho porque uno piensa como compañero –y el pueblo, como cubano– que una persona que ha estado a ese nivel, que ha estado manejando las situaciones, los sacrificios que ha habido que hacer, que no tenga una actitud en correspondencia, realmente uno lo siente como una traición,”, respondió Bejerano a un medio español.
Durante su mandato, Gil tuvo a su cargo varios programas de alcance nacional que terminaron agudizando la crisis económica que vive el país y figuraba entre los ministros más criticados por los cubanos.
Opositores al gobierno coinciden en considerar que “Alejandro Gil es solo un chivo expiatorio del régimen”.
CHZ