Con un mensaje transmitido en televisión, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, renunció a su cargo luego de un 'golpe de estado' efectuado contra él y otros miembros del gobierno.
Usando cubrebocas, se dirigió a la audiencia de la cadena ORTM, anunciando su renuncia de efecto inmediato.
“No quiero que se derrame sangre para mantenerme en el poder. He decidido dejar el cargo", dijo Keita.
También anunció la disolución de su gobierno y de la Asamblea Nacional, lo que sin duda contribuirá a la agitación del país en medio de una insurgencia islámica y de la pandemia de coronavirus.
Keita, quien fue elegido democráticamente en 2013 y reelegido cinco años después, no tuvo más opciones luego que, horas antes, soldados amotinados tomaron armas de un arsenal ubicado en la ciudad de Kati y marcharon hacia la capital, Bamako.
No hubo comentario inmediato de las tropas, que procedían de las mismas barracas militares en Kati de donde se originó otro golpe de Estado hace más de ocho años.
La convulsión política estalló meses después de unas disputadas elecciones legislativas, pero el apoyo a Keita también disminuyó en medio de críticas al manejo de su gobierno a la insurgencia islámica que ha agobiado a un país que en algún momento fue elogiado como modelo de democracia en la región.
FS