Un grupo de expertos realizará una expedición submarina para encontrar al meteorito interestelar CNEOS 2014-01-08, que cayó en la Tierra hace unos años, registrándose en las costas de Papúa Nueva Guinea, en Oceanía, en una situación que ha captado gran interés en la ciencia espacial.
Los especialistas rastrearán el meteorito para recoger los trozos de lo que es calificado hasta ahora como el primer objeto interestelar en el planeta, según los datos recabados en ese entonces.
Si bien también se sabe de Oumuamua y Borisov como otros objetos interesteleres, CNEOS 2014-01-08 es el que sigue captando gran relevancia para los especialistas, aunque los datos recabados siguen siendo escuetos.
Los registros sobre el meteorito en la Tierra datan de enero de 2014, donde en la Universidad de Harvard un entonces estudiante Amir Siraj y su profesor Avi Loeb identificaron el objeto, el que se cree que tuvo alrededor de medio metro de ancho, según revela Universe Today.
Los especialistas consideraron al objeto como uno interestelar principalmente por la velocidad heliocéntrica inusualmente alta en la que cayó a la Tierra, siendo un aspecto que se establece por una desplazamiento que se considera que no puede registrarse en los sectores de gravedad del Sol.
Aún con esos registros, hay una duda importante al respecto, principalmente porque se revelan de un satélite espía en el Departamento de Defensa de Estados Unidos, que está diseñado para monitorear actividades militares extraterrestres.
Es precisamente por ese aspecto que se tiene limitantes sobre el meteorito, debido a considerarse como información que no es apta para dominio público. Una situación que además provoca que los análisis de los integrantes de la Universidad de Harvard aún no puedan revisadas por sus pares ni tampoco se pueda revelar a las demás personas.
Sin embargo, pese a esa situación, en abril de este año el científico jefe del Comando de Operaciones Espaciales de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, Joel Mozer, revisó los datos clasificados en cuestión y se “confirmó que la estimación de velocidad informada a la NASA es lo suficientemente precisa como para indicar una trayectoria interestelar", según una publicación oficial en Twitter compartida también por Universe Today.
La declaración de Estados Unidos hizo que los dos especialistas de la Universidad de Harvard decidieran realizar la expedición, aunque también analizan que tanto los datos del terreno como el mismo meteorito pudo tener modificaciones, en ese último aspecto se considera la fragmentación del objeto espacial.
"Es la oportunidad de realmente poner nuestras manos sobre la reliquia y averiguar si es natural, si es una roca o si, ya sabes, una pequeña fracción de esos (objetos interestelares) podrían ser artificiales", dijo Loeb el año pasado en una entrevista en una entrevista que el medio especializado se consigna.
El meteorito podría ubicarse en una zona de 10 kilómetros, siendo de gran ayuda eventuales objetos magnéticos que podría tener en su composición. Los especialistas considerar llevar un barco con gran imán tras asociarse con una consultara de tecnología oceánica.
"Este resultado no implica que el primer meteoro interestelar haya sido creado artificialmente por una civilización tecnológica y no de origen natural" sostuvieron ambos especialistas hace unos días.