En España aterriza Rezum, una nueva terapia que podría mejorar la vida sexual de millones y millones de hombres en España y en el mundo entero. Concretamente la de aquellos que a partir de los 50 empiezan con las dificultades que acarrea el agrandamiento de próstata o hiperplasia benigna de próstata: necesidad de orinar dos o más veces por la noche, vaciado incompleto de la vejiga, sensación de urgencia para miccionar, dificultad para la expulsión o un flujo lento y débil. Los tratamientos a su alcance producen a menudo problemas en el terreno sexual, pero ahora, una avanzada técnica importada de Estados Unidos promete cambiar el panorama. Garantiza seguridad, eficacia y la preservación del 100% de sus funciones en la intimidad de la alcoba. En España ya se han sometido a este esperado procedimiento al menos cuatro personas. Y no serán los únicos, dado que esta metodología será oficialmente presentada el próximo mes por la Asociación Española de Urología (AEU) y a partir de ahí, cada vez más pacientes se beneficiarán de la nueva tecnología.
- Te recomendamos Cirugía robótica salvó a hombre que padecía cáncer de próstata Ciencia y Salud
El hándicap, por el momento, es que Rezum sólo está disponible en algunas clínicas privadas y el precio ronda los 2.000 euros (43 mil 808 pesos), aproximadamente. "Se realiza en unos cuatro o cinco minutos, es segura, eficaz, mínimamente invasiva, no requiere quirófano convencional ni anestesia general, es una intervención ambulatoria, el paciente puede irse a su casa el mismo día, apenas produce sangrado ni efectos secundarios y la afectación en la esfera sexual se reduce a cero", resume el presidente de la AEU, Manuel Esteban.
Todo un logro, teniendo en cuenta que "la medicación más común para los hombres con hiperplasia benigna de próstata (BPH por sus siglas en inglés) produce alteraciones de la eyaculación en un 60%-70% de los casos", argumenta el urólogo que ha realizado algunas de las primeras intervenciones con Rezum en España, Juan Ignacio Martínez-Salamanca, que aparte de trabajar en una clínica privada, forma parte del equipo de especialistas en Urología y Salud Sexual del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda (Madrid).
- Te recomendamos Sólo 2% de hombres se examina por cáncer de próstata Salud
A PARTIR DE LOS 50
La hiperplasia benigna de próstata ocurre especialmente a partir de los 50 años. Se debe, fundamentalmente al progresivo crecimiento de la glándula prostática. Puede pasar del tamaño de una nuez a los 20 años, al de un limón a los 60. De esta forma, la uretra se oprime y dificulta el tránsito de la orina. Se calcula que origina problemas en más de la mitad de los varones por encima de los 50 años, pero sólo un tercio de éstos requiere algún tipo de tratamiento.
- Te recomendamos México: Cáncer de próstata causa 7 mil muertes al año Ciencia y Salud
Dependiendo de los síntomas, explica Martínez-Salamanca, primero "se intenta establecer una serie de cambios en el estilo de vida. A veces, la situación se modifica sólo evitando alimentos ricos en grasa, té, chocolate, bebidas con gas, picantes, alcohol...". Si no funciona, el siguiente escalón es el tratamiento farmacológico. "Hay cuatro grupos de medicamentos que actúan sobre distintas dianas. Pueden ser usados solos o en combinación, pero en cualquier caso, suelen perder eficacia con el paso del tiempo y en un gran porcentaje de los casos provoca alteraciones en alguno de los tres pilares de la esfera sexual: la libido, la erección o la eyaculación". Y en último lugar, queda la cirugía, ya sea con la clásica resección transuretral, la abierta o con los láseres más consolidados en los últimos años.
POCAS CONTRAINDICACIONES
Rezum, la terapia con vapor de agua nace como una nueva alternativa a la medicación y también al quirófano. Según la indicación oficial de las autoridades europeas, recuerda Martínez-Salamanca, "el requisito actual es que el peso de la glándula oscile entre los 30 y los 80 gramos, con sintomatología miccional, lo que corresponde al 75%-80% de los pacientes con hiperplasia prostática benigna". Sólo está contraindicado cuando el varón presenta algún tipo de prótesis o implantes en la zona afectada.
- Te recomendamos Entre 60% hasta el 70 % de casos de cáncer de próstata sin síntomas Comunidad
El procedimiento requiere menos de 10 minutos. En una 'pistola' portátil se genera vapor de agua a través de energía de radiofrecuencia. Se introduce con una aguja por la uretra hasta alcanzar la glándula prostática. En unos 10 segundos, se produce una bola de vapor de unos dos centímetros de diámetro que libera altas y precisas dosis de energía térmica. De esta manera, se destruye el tejido prostático sobrante que obstruía el flujo de la orina, reduciéndose así los síntomas propios de la BPH.
RESULTADOS CUATRO AÑOS DESPUÉS
Se trata de una técnica muy reciente, puesta en marcha no hace más de cinco años en países como Reino Unido, Suecia, Estados Unidos o Canadá. En palabras de Manuel Esteban, "en el mundo habrá unos 450 hombres operados en 65 hospitales con esta técnica de vapor de agua". Poco a poco, se van sumando más estudios, pero hasta la fecha, "sólo hay alrededor de 12 publicaciones al respecto". Todas subrayan las ventajas de Rezum. Una de las más consistentes, divulgada en la revista Urology, demostraba mejoras sostenidas de los síntomas cuatro años después de haber realizado el procedimiento y sin sobresaltos en la esfera sexual. "Sólo el 4,4% de los pacientes del ensayo clínico necesitaron tratamiento adicional", señalaban los autores del trabajo. Con la medicación actual, agrega Martínez-Salamanca, el porcentaje de afectados que requiere otra alternativa asciende al 40%.
- Te recomendamos La próstata
Aunque falta literatura científica que compare Rezum con las distintas opciones de cirugía, "un intervención convencional supone una hora en el quirófano, resulta más invasiva y con mayor sangrado. Cuando es cirugía abierta, además, sabemos que en el 50% de los casos aparece eyaculación retrógrada", señala el presidente de la AEU.
Las expectativas de la técnica con vapor de agua son altas, apuntan los especialistas consultados por este periódico. A la espera de estudios que evalúen la relación coste-beneficio, "si la técnica demuestra ser rápida, eficaz y rentable, puede que no tarde mucho en imponerse en la sanidad pública", considera Manuel Esteban. En Inglaterra, asegura su colega Martínez-Salamanca, "ya lo cubre el sistema público sanitario". Aunque aún no se ha analizado este aspecto, dada su eficacia, basta con "confrontar el importe de este tratamiento con el de las pastillas que los pacientes toman durante 15 o 20 años".