Javier Milei irrumpió en la discusión pública como analista económico de televisión, con un discurso compuesto por argumentos e insultos, y rápidamente se abrió paso hasta el cargo más alto de la política argentina: presidente de la república.
El economista siempre defendió a la ideología libertaria, que aborrece la intervención del Estado en el libre mercado, y a partir de ella elaboró un proyecto de gobierno que consiste en reducir el gasto público y los impuestos al mínimo.
Como candidato, Milei blandió una motosierra para representar los recortes que quiere hacer al Estado, ya sea con la eliminación de ministerios de gobierno o con la venta de empresas públicas al capital privado; promesas que mantiene como presidente electo.
Pero cumplir con eso parece difícil, porque La Libertad Avanza, partido que lo llevó a la presidencia, sólo controla una mínima parte del Congreso: tiene 38 de 257 diputados; y 7 de 72 senadores, según datos oficiales. Con esos números no alcanza para reformar leyes y menos la Constitución.
Otro punto que le juega en contra son las alianzas que hizo para ganar, pues se presentó a sí mismo como el león que devoraría a la vieja casta, forma en la que llama a los políticos, pero hizo un pacto con el ex presidente Mauricio Macri para recibir el apoyo de Juntos por el Cambio en la segunda vuelta electoral.
Esto no fue bien recibido por algunos legisladores de su movimiento, quienes expresaron su disgusto en una carta que a la letra dice: "Respetamos la decisión de formar un acuerdo con Juntos por el Cambio, pero no podemos acompañar este cambio de rumbo solo con fines electorales. Moral e ideológicamente es nuestro límite".
Haya sido como haya sido, el pacto con la casta sirvió para ganar las elecciones contra el todavía ministro de Economía, Sergio Massa, y puso de manifiesto la capacidad de Javier Milei para hacer política real más allá del discurso de campaña. Aún así, cabe recordar cuáles han sido sus propuestas más radicales.
El propio Milei condensó su pensamiento de la siguiente forma: "mi responsabilidad es resolver problemas. Y van a ser resueltos dentro de mi perspectiva liberal, es decir: el respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo, sujeto al principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad", en entrevista con La Nación.
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Privatización de "todo lo que pueda"
El presidente electo tiene la convicción de que "todo lo que hace el sector público lo hace mal", y que por tanto conviene vender todas las empresas estatales posibles para que sean administradas por actores privados.
El paquete de privatizaciones que Milei ha puesto sobre la mesa incluye a: Yacimientos Petrolíferos Federales (YPF), encargada de la explotación de hidrocarburos; así como Agua y Saneamientos Argentinos (AISA). Ambas del ámbito de obra pública.
Pero no se queda allí, porque los medios Televisión y Radio Argentina, así como la agencia de noticias Télam también caben dentro de su plan para adelgazar al Estado.
Incluso contempla al sector de transportes: Aerolíneas Argentinas, compañía de viajes subsidiada por el gobierno, y las líneas de ferrocarriles son potenciales ventas para el capital privado.
En resumen: "todo lo que pueda estar en manos del sector privado va a estar en manos del sector privado", como dijo el propio Javier en entrevista con Todo Noticias.
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Reducción del Estado al mínimo
El líder de La Libertad Avanza tiene dos objetivos principales: eliminar la inflación y acabar con la inseguridad, según dijo a La Nación. Para conseguir lo primero, Milei apunta a reducir el gasto público al mínimo, con tal de evitar un déficit fiscal.
"Nosotros no tenemos plata, con lo cual esas obras (las que ya están licitadas) pueden ser entregadas a el sector privado para que las termine. Tenemos déficit fiscal, no hay plata. Si no hacemos el ajuste fiscal nos vamos a la híper (inflación) y nos vamos al 95 por ciento de pobres", explicó el presidente electo a Radio Neura.
En este sentido, su proyecto de nación para Argentina está inspirado en la dolarización que implementó Ecuador, en contraste con el gasto público que hizo Venezuela. Lo anterior cabe en una frase de Javier Milei: "no se negocia el equilibrio fiscal, ministro que me gasta más lo echo".
El ahorro sería potenciado por la eliminación de algunos ministerios del gobierno:
- Turismo y Deporte.
- Cultura.
- Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
- Mujeres, Género y Diversidad.
- Obras Públicas.
- Ciencia, Tecnología e Innovación.
- Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
- Educación.
- Transporte.
- Salud.
- Desarrollo Social.
Por lo que el Estado ideal para Javier Milei quería sólo con los ministerios de:
- Capital Humano.
- Infraestructura.
- Economía.
- Justicia.
- Seguridad.
- Defensa.
- Relaciones Exteriores.
- Asuntos Internos.
"Creemos que el programa tiene que ser de shock. Tenemos que recomponer las cuentas públicas", reconoció el presidente electo.
Cerrar el Banco Central y dolarizar la economía
El economista libertario culpa de la inflación de los precios y la devaluación de la moneda nacional al Banco Central de la República Argentina, de modo que cerrarlo eliminaría dichos problemas que, a decir de Milei, no existían previo a su fundación.
La medida supondría una dolarización de facto, pues ya no habría una entidad que emita pesos argentinos. Esto permitiría recuperar los pasivos del banco y administrar la deuda que se tiene con el Fondo Monetario Internacional.
El proceso para remplazar la moneda nacional por billetes estadunidenses podría tomarse entre 9 y 24 meses, tiempo que serviría para aumentar los bonos de gobierno, según explicó el economista a Todo Noticias.
Entonces, a manera de conclusión, el ascenso de Javier Milei al poder hizo tambalear a su país y volcó la atención del continente hacia su futura administración. A lo que se agrega una gran expectativa de cambio que tienen los argentinos que votaron por él, convencidos por el discurso radical que maneja.
Sin embargo, lo que no se debe olvidar es que el presidente electo ha moderado sus posturas luego de su victoria, por ejemplo, respecto al papa Francisco y el régimen de China, que antes fueron tildados de "comunistas" pero ahora reciben elogios y "todos los honores de un jefe de Estado".
En suma, la política real que consiste en hacer acuerdos y tender puentes, especialmente tomando en cuenta la casi nula fuerza legislativa que tiene el presidente, podría hacer entrar en cintura a Javier Milei para que reconsidere sus posturas más radicales (como hizo con la venta de órganos).
O no. Habrá que verlo.
SNGZ