La situación de seguridad en Suecia se ha deteriorado tras recientes quemas de coranes en el país y protestas en el mundo islámico, dos fenómenos que han impactado de forma negativa en la imagen del país nórdico, según dijo el miércoles su servicio de seguridad nacional.
La quema y profanación de libros religiosos en Suecia y las campañas de desinformación continuadas en redes sociales y otros entornos han afectado de forma negativa a la imagen de Suecia, indicó la agencia, conocida por su acrónimo SAPO.
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Suecia ha pasado de percibirse como “un país tolerante a un país hostil al islam y los musulmanes, en el que los ataques contra los musulmanes están autorizados por el estado y donde los niños musulmanes pueden ser secuestrados por los servicios sociales”, detalló el comunicado de SAPO.
Esos riesgos avivan las amenazas contra Suecia “de individuos dentro del ámbito del islamismo violento”, indicó la agencia. El riesgo de terrorismo en Suecia se mantiene elevado, en tres sobre una escala de cinco, apuntó.
“La situación en la que estamos es seria”, dijo Susanna Trehörning, número dos de antiterrorismo en SAPO, a la televisora pública sueca SVT. “Es una amenaza agravada y puede producirse un ataque en el contexto de una amenaza agravada”.
Una serie reciente de profanaciones públicas del Corán por parte de un puñado de activistas antiislámicos en Suecia, y más recientemente en la vecina Dinamarca, ha provocado airadas reacciones en países musulmanes.
En Suecia no hay una ley que prohíba expresamente la quema o profanación del Corán ni otros textos religiosos. Como muchos países occidentales, Suecia no tiene leyes contra la blasfemia.
El derecho a celebrar manifestaciones públicas está consolidado en Suecia y protegido por la constitución. Las leyes de blasfemia se derogaron en la década de 1970. En general, la policía autoriza las protestas en función de si cree que las aglomeraciones públicas pueden realizarse sin grandes molestias o riesgos para la seguridad pública.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, condenó el miércoles en un comunicado las profanaciones del libro religioso en Suecia y Dinamarca y dijo que las acciones “de provocadores individuales sólo benefician a los que quieren dividirnos a nosotros y a nuestras sociedades”.
“El respeto a la diversidad es un valor fundamental de la Unión Europea. Esto incluye respeto a otras comunidades religiosas”, indicó el máximo diplomático de la UE. “La profanación del Corán, o de cualquier otro libro considerado sagrado, es ofensiva, irrespetuosa y una provocación clara. Las expresiones de racismo, xenofobia e intolerancia asociada no tienen hueco en la Unión Europea”.
JCM