El presidente ruso, Vladímir Putin, compró en 1996 una villa en la localidad turística francesa de Biarritz que está registrada a nombre de una de sus hijas, según la emisora de radio Europe 1.
El precio de la compra fue de unos 400 mil dólares, señala la emisora, que asegura que la información le fue confirmada por los servicios secretos franceses.
En aquella época Putin era un funcionario de la alcaldía de San Petersburgo con un sueldo reducido, lo que ha desatado las sospechas desde hace años de los medios franceses que investigan las propiedades de la familia del presidente ruso en este país.
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Putin, su primera esposa y sus dos hijas pasaron en esa casa el verano de 1999, informó en 2015 el diario SudOuest.
Periodistas de Europe 1 han visitado ahora la casa, donde les ha atendido una mujer, que hablaba francés con acento ruso, y que aseguró trabajar como empleada doméstica y no conocer a los propietarios.
La villa, que actualmente estaría valorada en unos dos millones de euros por los expertos inmobiliarios, recibe regularmente la visita de personas próximas a Putin, añade la radio citando a fuentes locales.
También en Biarritz, un lugar exclusivo de vacaciones en la costa vascofrancesa (suroeste del país), está otra lujosa villa al borde de la playa, construida en 1930 con estilo "art déco", y cuya propiedad varios medios franceses atribuyen a la primera esposa del presidente ruso, recuerda Europe 1.
Además, una mujer que según medios rusos sería la amante de Putin, Svetlana Krivonogikh, compró en 2003 un apartamento de lujo en Mónaco por cuatro millones de dólares utilizando cuentas en paraísos fiscales, según la investigación periodística publicada en octubre pasado bajo el nombre de los "Papeles de Pandora".
Esa investigación, coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, fuer realizada por 600 informadores de medios de varios países sobre 35 líderes mundiales, entre ellos 14 latinoamericanos, que operaron en paraísos fiscales para evitar el escrutinio público.
Putin y su entorno figuraron entre los escrutados, pero esa investigación fue descalificada entonces como carente de fiabilidad por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El presidente, el primer ministro y el titular de Exteriores de Rusia forman parte de la nueva lista de cerca de un centenar de personas a las que la Unión Europea anunció ayer que congelará sus activos en territorio comunitario.
KGE