El presidente ruso, Vladímir Putin, pidió ayer a Washington reanudar negociaciones para evitar una “nueva carrera armamentista” y garantizar la seguridad mundial, después de que ambas potencias abandonaran el tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) firmado durante la guerra fría.
“Rusia considera necesario reanudar sin dilación unas negociaciones plenas para garantizar la seguridad y la estabilidad estratégica. Nosotros estamos preparados para ello”, aseguró Putin en una declaración publicada por el Kremlin.
El mandatario subrayó que el abandono “unilateral, con un pretexto inventado” del pacto por Estados Unidos, complica “seriamente” la situación en el mundo.
“La responsabilidad por lo ocurrido recae totalmente en la parte estadunidense”, añadió Putin, que acusó a Washington de acabar con “muchos años de esfuerzos para disminuir la posibilidad de un conflicto militar de gran envergadura, incluido uno con empleo de armas nucleares”.
Insistió en que Rusia no se lanzará al desarrollo de misiles nucleares terrestres de alcance intermedio, prohibidos por el tratado INF, pero lo hará de inmediato si Washington lo hace, lo que significaría el comienzo de una “carrera armamentista ilimitada”.
“Si Moscú obtiene información fiable de que Washington ha finalizado el desarrollo de estos sistemas y ha empezado a producirlos, no nos quedará otra opción que comprometernos con un esfuerzo a gran escala para desarrollar misiles similares”, sentenció.
EU esperó apenas unas horas tras la finalización del tratado para anunciar el desarrollo de nuevos misiles convencionales.
La retirada de Washington del pacto INF fue formalizada el viernes por la mañana por el secretario de Estado, Mike Pompeo, desde Bangkok, Tailandia, donde asistió a unas reuniones regionales.
Los estadunidenses afirman que Moscú ha aumentado sus capacidades bélicas de manera incompatible con el INF, que concierne a aquellos misiles con un alcance de entre 500 y 5 mil kilómetros, que en la década de 1980 permitió la eliminación de cohetes rusos SS20 y de los Pershing estadunidenses, en el meollo de la crisis de los euromisiles.
Rusia replicó acusando a Washington de “haber cometido un grave error” y de crear “una crisis prácticamente insalvable”. Nuevamente propuso una “moratoria sobre el despliegue de armas de alcance intermedio”, lo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) rechazó.
“A pesar de todo lo que ha pasado, contamos con el sentido común y de la responsabilidad de nuestros colegas estadunidenses y sus aliados ante su gente y toda la comunidad internacional”, concluyó ayer Putin.
Ahora solo queda en vigor un acuerdo nuclear bilateral entre Moscú y Washington: el Tratado START, según el cual ambas potencias mantienen sus arsenales muy por debajo del nivel de la guerra fría, y cuya última etapa llega a su fin en 2021.
Terminan tregua con yihadistas
El régimen sirio y Moscú, aliado de Damasco, reanudaron ayer sus ataques contra la rebelde provincia de Idlib, dominada por los yihadistas, interrumpiendo una tregua de cuatro días tras denunciar la caída de un obús cerca de una base rusa.