Las movilizaciones sociales son una de las formas en las que la población denuncia su inconformidad contra algún tema de interés común. A veces posicionándose —en contra o a favor— ante el gobierno, para apoyar una causa o crear presión frente cierta situación, este mecanismo está tan arraigado en la sociedad que ya existe cierto “protocolo” para realizar las protestas.
Entre los “personajes” que han adquirido relevancia está el Bloque Negro, un conjunto menor de manifestantes —comparado con la aglomeración de los demás contingentes— que, aludiendo a su nombre, visten prendas negras y marchan encapuchados, uno de sus elementos distintivos.
Pero, ¿cómo surgió ese grupo y qué representa en las marchas? MILENIO te explica.
¿Qué es el bloque negro?
El bloque negro no es una organización establecida ni un colectivo en el sentido estricto, se trata más bien de una herramienta en la gestión de las protestas que se distingue, como se mencionó antes, por la vestimenta negra y capuchas que impiden la identificación dentro de las movilizaciones.
Esto es utilizado tanto para mantener el anonimato, como la horizontalidad del movimiento, ya que no hay un liderazgo formal.
Otro de los puntos que ponen al black bloc —su nombre original, luego acuñado al español— en la mira, es la acción directa.
Durante las protestas, este grupo suele llevar a cabo actos de destrucción contra la propiedad, realizar muestras simbólicas como la iconoclasia, y también desarrolla enfrentamientos con los elementos de seguridad que vigilan las movilizaciones, de acuerdo con la Organización Black Block.
“Actúa como una agrupación cohesionada temporal con el objetivo inmediato de crear una fuerza de lucha callejera temporalmente contingente, que en la práctica se disolvería al concluir la acción en cuestión”, señala el texto The Black Bloc Papers de David Van Deusen y Xavier Massot.
En cuanto a su organización dentro de la marcha, este bloque se posiciona al frente, detrás o en el perímetro de los contingentes. The Black Bloc Papers explica que, con ello, proporcionan una defensiva en puntos vulnerables e impedir que elementos de seguridad o personas externas afecten el curso de la manifestación.
“El bloque comenzó a portar tubos metálicos, madera y a usar protectores y cascos. Además, otras innovaciones tácticas incluyen el uso de grandes pancartas continuas, postes o cuerdas que delimitan los perímetros de los contingentes”.
Existe un gran debate respecto a la eficacia de las acciones de estos miembros; hay quienes señalan los actos como “vandalismo” y no encuentran la virtud en este tipo de maniobras. Por otro lado, defensores de la acción directa identifican en ello una forma de “promover la participación social” a través de la radicalización.
La propia Organización Black Block señala en su sitio web algunos de los objetivos que busca la acción directa:
- Visibilidad y atención:
Las acciones del Black Bloc buscan generar cobertura mediática y atención pública mediante la creación de escenas visualmente impactantes y provocativas. El carácter confrontativo de estas acciones suele captar el interés tanto de los medios tradicionales como de las redes sociales.
- Resistencia contra la opresión:
Los participantes del bloque negro ven sus acciones como una forma de resistencia contra la opresión sistémica percibida, incluyendo el capitalismo, el fascismo y otras formas de injusticia social. Creen que se necesitan tácticas más confrontativas para desafiar las estructuras de poder profundamente arraigadas.
- Debate y diálogo:
Las acciones del bloque negro suelen generar debates públicos y discusiones sobre el papel de la protesta, el uso de tácticas de confrontación y los problemas más amplios que se plantean. Estos debates pueden contribuir a la sensibilización y a fomentar el diálogo sobre las preocupaciones sociales y políticas.
¿Cómo surgió el bloque negro?
Aunque no hay una fecha específica a partir de la cual este grupo comenzó a formar parte de las movilizaciones, el origen común apunta a 1980 en Alemania. Particularmente durante el desarrollo de las protestas antinucleares.
Entre 1975 y 1987 este país sufrió diversos incidentes relacionados con el desarrollo de centrales nucleares. En algunos casos, aquello provocó contaminación, emisiones de radiación, incendios y daños en los ecosistemas alrededor de los reactores, de acuerdo con la Universidad de Columbia.
La situación comenzó a preocupar a la población, lo que desencadenó en protestas, y los participantes más radicales se opusieron abruptamente a la construcción de más plantas.
El primer incidente significativo ocurrió en 1977, cuando grupos locales, mediante “desobediencia civil”, lograron impedir una central nuclear en el municipio alemán de Wyhl.
Sin embargo, la ocupación trató de ser frenada por la policía, generando una confrontación con niveles de violencia nunca antes vistos. Finalmente, se canceló la construcción de la planta, lo que sirvió de estímulo para el establecimiento de grupos antinucleares en la región.
Sin embargo, los siguientes movimientos no tuvieron los mismos resultados. Alemania continuó con la construcción de reactores, provocando escozor en los manifestantes, quienes se radicalizaron aún más.
Este grupo militante requeriría cada vez de mayor organización y miembros que se sumaran, por lo que colectivos anarquistas y antifascistas instaron a sus miembros a que, vestidos de negro, marcharan como un solo contingente de protesta.
Con sus identidades ocultas y la uniformidad instaurada, el Black Bloc encontró una manera de protesta eficaz que, a su vez, los librara de señalamientos, persecución política o incluso cargos legales; dando origen a lo que hoy conocemos como bloque negro.
El segundo gran movimiento fue en Estados Unidos durante 1999. Diversas manifestaciones ocurrieron del 29 de noviembre al 3 de diciembre en el marco de la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero la más significativa —por la brutalidad que se experimentó— fue “la Batalla de Seattle”, el 30 de noviembre.
Miles de personas protestaron mientras se efectuaban conferencias con representantes de 135 países del mundo; el encuentro de la OMC era, en temas de negocios, el más importante del mundo, ya que reunía a los máximos líderes capitalistas. En este contexto, las conferencias se vieron interrumpidas por cerca de 50 mil manifestantes, de acuerdo con la Universidad de Barcelona.
La confrontación fue tal que la ciudad se declaró en estado de emergencia, y entre los contingentes más violentos estuvo el radical bloque negro, que según The Black Bloc Papers, fue compuesto por más de 200 miembros, cuyo principal objetivo era la destrucción privada corporativa.
Tras los acontecimientos abordados, esta herramienta de oposición radical fue enraizándose como un elemento fundamental en las manifestaciones.
En el caso de Estados Unidos, el Bloque Negro estuvo presente contra la reunión del Banco Mundial en abril de 2000, con un contingente compuesto ya por mil miembros, señalan los investigadores David Van Deusen y Xavier Massot. Posteriormente, se movilizaron tanto en las Convenciones Nacionales Demócratas como en las Republicanas, en agosto del mismo año.
Como puede notarse, el Bloque Negro no se decanta por una forma de gobierno en particular; al contrario, se oponen a la noción de Estado y defienden la anarquía, el anticapitalismo y el antifascismo, como se explicó anteriormente.
Es así como esta figura política emigró de forma mundial y ahora puede verse en movilizaciones como las acontecidas con la Generación Z o por derechos de comunidades vulnerables.
El Bloque Negro puede identificarse en las marchas como una fuerza opositora y radical que sigue provocando debates entre partidarios y detractores de esta controversial forma de protesta.
MD