Por primera vez en ocho años, los líderes de Rusia y Estados Unidos celebraron una cumbre bilateral llamada a ser un nuevo comienzo. Pero el encuentro no deja muchos resultados palpables, mientras que una oscura sospecha ensombrece el resto de temas.
Lo ideal es que ambas partes salgan igual de estos encuentros internacionales: un poco ganadoras, pero también habiendo hecho algunas concesiones. Para Putin ya fue un éxito que la cumbre se celebrase y pudiese hablar cara a cara con un presidente de EU. ¿El aislamiento tras la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014? Superado. ¿Y en Siria? Rusia es claramente la potencia más poderosa allí.
Trump se atribuyó haber revitalizado las relaciones bilaterales en unas pocas horas de conversación. A nivel personal puede haberlo logrado. Pero hay poco contenido que mostrar, ni siquiera una declaración conjunta como la emitida tras su encuentro con el líder norcoreano, Kim Jong-un, al punto que desde su Partido Republicano hubo críticas por los escasos resultados.
La presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016 fue el tema sobre el que más preguntaron los periodistas al término de la cita, sobre todo luego de que el Departamento de Justicia de EU acusara el viernes a 12 empleados del servicio secreto militar ruso GRU de lanzar ciberataques para influir en las urnas.
Trump habló de nuevo de una caza de brujas, de la envidia de la perdedora de los comicios, Hillary Clinton, y Putin insistió en que Rusia no se inmiscuyó y que no hay pruebas de ello. Para Trump el tema quedó zanjado en Helsinki, aunque de seguro tendrá que volver a enfrentarse a él en casa.
En tanto, la Unión Europea y la OTAN temían que ambos líderes pudiesen alcanzar acuerdos que los perjudicasen. En cuestión de seguridad los europeos no tienen opción a la OTAN o al paraguas nuclear de EU, pero Trump había cuestionado su lealtad a la alianza militar atlántica antes de reunirse con Putin. De la UE dijo que era el mayor enemigo de EU. Pero en Helsinki evitó nuevos ataques y así la UE y la OTAN pasaron desapercibidos en la rueda de prensa.
¿Cómo podrían mejorar las relaciones bilaterales tras la cita? El camino es largo. La mutua desconfianza obstaculiza el acercamiento. “La atmósfera política en ambas capitales es tal que cada propuesta de compromiso inevitablemente hace que surjan acusaciones de capitulación y traición a los intereses nacionales”, afirman expertos de ambas partes del centro de análisis Carnegie.
¿Qué resultados arroja la polémica cita de Helsinki?
LA ALDEA
Tanto el presidente estadunidense Donald Trump como su par ruso, Vladímir Putin, ansiaban tener un cara a cara después del arribo al poder del jefe de la Casa Blanca, mientras Europa y otros países contenían el aliento
Ciudad de México /
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