La muerte del ex presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, ha impulsado el recuerdo, lamento y agradecimiento de varios sectores por su trayectoria, especialmente de la izquierda en ese país, la cual llegó a lo más alto del gobierno durante el liderazgo del ex mandatario, quien ocupó ese puesto por dos periodos no consecutivos.
Tabaré Vázquez murió hoy a los 80 años tras complicaciones derivadas de un cáncer pulmonar. Médico oncólogo de profesión, se caracterizó por ser un luchador incansable contra las empresas tabacaleras, además de un aficionado al futbol, donde estuvo fuertemente vinculado.
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Nació el 17 de enero de 1940 en Montevideo, en el humilde barrio de La Teja. Fue el cuarto hijo de un obrero de la petrolera estatal Ancap y una ama de casa.
El cariño por su barrio lo llevó incluso a que, teniendo 18 años, ayudara a fundar el club Arbolito que, con el tiempo, se transformó en un icono de la zona.
Mientras estudiaba Medicina, Tabaré Vázquez tuvo la idea de crear una policlínica en este club para que los vecinos de la zona pudieran ser atendidos gratis.
A los 16 años conoció a María Auxiliadora Delgado, quien posteriormente fue su esposa en 1964, compartiendo juntos por 55 años más hasta que en julio del año pasado ella falleció.
Docente universitario, con publicaciones en centenares de revistas nacionales e internacionales de medicina y experto en Oncología, Vázquez ha sido uno de los símbolos de la medicina uruguaya en los últimos años.
Fue en 1990 cuando llegó al gobierno de Montevideo, para que después de 15 años obtuviera la presidencia del país con el Frente Amplio, el bloque de izquierda que abarca desde la democracia cristiana a los guerrilleros del MLN-Tupamaros y donde compartió con otro ex presidente, José 'Pepe' Mujica.
La paradoja de su vida es que el cáncer, que, según dijo en una conferencia en España, es "un mal amigo, pero no un asesino implacable", ha terminado con su vida a los 80 años. La misma enfermedad que él combatió como médico después de que le arrebatase a buena parte de su familia.
A su espalda deja un legado de políticas sociales y una lucha contra la industria tabacalera que fue ejemplo mundial en sus dos períodos como jefe de Estado (2005-2010 y 2015-2020), pero también sombras como su veto -por cuestiones religiosas- a la ley del aborto o su supuesta omisión en casos de violaciones de derechos humanos durante la dictadura cívico-militar (1973-1985).
Líder del triunfo histórico de la izquierda en Uruguay
La noche del 31 de octubre de 2004, al grito de "¡festejen, uruguayos, festejen!", Vázquez animaba a una ciudadanía que celebraba en las calles el triunfo histórico de la izquierda en unas elecciones presidenciales tras 174 años de gobiernos conservadores.
Aquel momento fue el culmen de una carrera política iniciada en 1983, cuando se unió al Partido Socialista, integrado en el Frente Amplio.
Una vez restaurada la democracia en el país, en 1985, fue uno de los que encabezó la campaña para derogar la Ley de Caducidad, que protege a los miembros del Estado que cometieron delitos durante la dictadura.
Antes de ingresar con fuerza en la vida política, su gestión comenzó por el fútbol, ya que fue presidente del modesto club Progreso (1971-1989), al que llevó a ser campeón uruguayo.
Tabaré Vázquez tuvo su primera victoria importante cuando fue elegido intendente de Montevideo y logró que el Frente Amplio llegara por primera vez al gobierno capitalino en 1990.
Tras ser candidato a presidente en dos ocasiones (1994 y 1999), su tercer intento fue el ganador y obtuvo una amplia victoria en 2004 tras derrotar a su perseguidor, Jorge Larrañaga (hoy ministro de Interior por el Partido Nacional), con un 51,67 por ciento de los votos.
Cuando dejó el gobierno cinco años después, Vázquez tenía una popularidad del 80 por ciento.
Vázquez, el político que fue contra el tabaquismo
La medicina siempre fue un eje de la vida del mandatario y su especialidad, la oncología, casi una obligación, considerando que sus progenitores y dos de sus cuatro hermanos fallecieron por cáncer.
Desde el inicio de su gestión presidencial, Vázquez hizo foco en la salud como uno de sus pilares con la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud y aprobó leyes antitabaco reconocidas internacionalmente, como la prohibición de fumar en espacios públicos y de hacer publicidad o la colocación de imágenes en las cajetillas de cigarrillos para sensibilizar a la población.
Además, se enfrentó a la poderosísima multinacional estadunidense Philip Morris en un litigio que se resolvió a favor de Uruguay en 2016, cuando Vázquez ya estaba en su segundo mandato.
Las polémicas de Tabaré Vázquez en Uruguay
La instalación de una planta de pasta de celulosa en el departamento de Río Negro (oeste), a orillas del río Uruguay -limítrofe con Argentina-, provocó un conflicto en el primer mandato de Tabaré Vázquez con su país vecino, lo que originó cortes de ruta, piquetes y una denuncia ante la Corte Internacional de La Haya.
Posteriormente, reconoció haber pedido ayuda en aquel momento al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, por si el conflicto iba a mayores.
Además, sus convicciones personales lo llevaron a ejercer el veto presidencial en 2008 sobre la despenalización del aborto, pese al voto mayoritario del Parlamento, incluso con apoyo de legisladores de la oposición. Finalmente la ley se aprobaría en el mandato del también frenteamplista José 'Pepe' Mujica (2010-2015).
Uno de los episodios más sombríos de Vázquez es el posible ocultamiento de pruebas en casos de violaciones de derechos humanos cometidos en la dictadura.
Las confesiones de delito del ex militar José Gavazzo, omitidas por las autoridades, provocaron una crisis en su segundo mandato y una ola de destituciones, entre ellas la del entonces ministro de Defensa, Jorge Menéndez.
El ex comandante en jefe del Ejército y hoy senador Guido Manini Ríos informó recientemente de que Vázquez conocía esas actas y nunca las difundió.
Las últimas apariciones de Tabaré Vázquez en la política de Uruguay
La ausencia de nuevos liderazgos y el clamor de la gente que lo respaldaba empujaron a Vázquez a volver al ruedo político en 2014 para ayudar a que el Frente Amplio consiguiera, por tercera vez, el gobierno de Uruguay.
Su segundo mandato, con mayor edad y con mayor desgaste, estuvo marcado por un perfil mucho más ausente y supondría el fin del ciclo de la izquierda en Uruguay.
Pese a que en su último año de gestión sufrió la muerte de su esposa y la detección de un cáncer de pulmón, nunca se planteó renunciar y el 1 de marzo de 2020 entregó la banda presidencial al actual mandatario, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional.
La pandemia del coronavirus y su delicado estado de salud hicieron escasísimas sus apariciones públicas en 2020 hasta hoy, donde se informó el fallecimiento del médico que hizo historia en la política uruguaya.