Tras 14 años en el poder, Evo Morales renunció hoy a la presidencia de Bolivia en medio de un tenso ambiente social de protesta ante las acusaciones de irregularidades en las elecciones de octubre.
¿Pero quién es Evo Morales y por qué dimitió a su cargo? Aquí te explicamos a detalle.
Evo Morales nació el 26 de octubre de 1959 en Orinoca, departamento de Oruro.
En 1983 fue nombrado secretario de Deportes del Sindicato de Colonizadores en Chapare y dos años después fue electo como secretario general de dicho gremio.
Para 1988 asumió como secretario ejecutivo de la Federación de Cocaleros del Trópico, pero hasta 1997 fue elegido como diputado del Congreso Nacional por la circunscripción 27 de Chapare.
En las elecciones de 2005, Morales logró casi el 54 por ciento de los votos y se convirtió en el primer presidente de origen indígena.
Para 2009 logró la reelección con el 64.22 por ciento de los votos y reasumió la presidencia de Bolivia en enero de 2010 en medio de una ola de victorias de la izquierda en América Latina.
No obstante, el 12 de octubre de 2014 se hizo nuevamente con las elecciones presidenciales, por lo que su mandato concluiría en 2020, dando un total de 14 años como mandatario boliviano.
Sus aliados fueron quedando por el camino en Brasil, Argentina y Ecuador. Y Venezuela, país con el cual Morales mantiene un estrecho vínculo, está sumida en la peor crisis política y económica de su historia reciente.
Pero "Bolivia es diferente, vamos bien", decía Morales, y sus seguidores convencidos se hacían eco de sus palabras.
El gobernante aymara y aliado político de Cuba y Venezuela estaba empecinado en conseguir un cuarto mandato hasta 2025, un verdadero récord en Bolivia desde la independencia en 1825. Proclamó haberlo conseguido en primera vuelta sobre ocho candidatos opositores, entre ellos el ex presidente Carlos Mesa (2003-2005).
¿Por qué renunció a la presidencia de Bolivia?
Aunque esta madrugada anunció que convocaría a nuevas elecciones, esta medida no fue suficiente, pues Evo Morales perdió el apoyo de las fuerzas armadas y de la policía de Bolivia.
Williams Kaliman, jefe de las Fuerzas Armadas, y el comandante Vladimir Yuri, jefe de la Policía, le solicitaron dimitir al cargo "permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad".
"Luego de analizar la situación conflictiva interna, pedimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia", dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman, ante la prensa.
Tras el anuncio de los líderes militares y de la policía, desde su cuna política en la región central de Cochabamba Morales anunció su renuncia al cargo de presidente de Bolivia.
"Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales", dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios del 20 de octubre.
Un líder con palacio
La oposición le reprochaba a Morales un carácter tozudo que le impedía reconocer errores y le acusaba de liderar un gobierno antidemocrático que estaba convirtiendo al país en una "segunda Venezuela", mientras sus seguidores, en cambio, le atribuían el don de la infalibilidad.
Es un zorro político que logró aprovechar, principalmente, la prosperidad económica, tras decretar la nacionalización de los hidrocarburos, meses después de instalarse en el poder.
El vicepresidente Álvaro García Linera, quien lo acompañó desde 2006, aseguró en el pasado que "el presidente Evo es la unidad del cuerpo de Túpac Katari (líder aymara descuartizado en 1781) y que "es la resurrección del pueblo indígena".
Y este domingo tras la renuncia recalcó: "Vamos a cumplir la sentencia de Túpac Katari, volveremos y seremos millones", prometió García Linera parafraseando una famosa arenga de Katari antes de ser ejecutado por rebelión.
En 2018, Morales estrenó la Casa Grande del Pueblo, un rascacielos de 29 pisos con helipuerto en el casco histórico de La Paz y que sustituyó como sede presidencial al Palacio Quemado, sede del poder político desde el siglo XIX.
evl