En medio de las fiestas del Mes de la Herencia Hispana y a semanas de las elecciones de noviembre, un creciente número de votantes registrados latinos se encuentra insatisfecho por el rumbo del país bajo el mando de Joe Biden, un dato clave que podría convertirse en un parteaguas sobre la inclinación histórica de los hispanos de apoyar a candidatas y candidatos demócratas.
Más de 35 millones de latinos son elegibles para votar en las elecciones intermedias que ponen en juego el control de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, 36 gubernaturas, así como puestos claves hacia los comicios presidenciales del 2024, incluidas secretarías de Estado en las entidades decisivas para ganar la Casa Blanca.
Aunque la filiación partidista de los latinos se ha mantenido relativamente estable desde 2019, a partir del año pasado empezó a descender ligeramente la lealtad de los latinos al Partido Demócrata y ascender hacia el Republicano, conforme la situación económica y la inflación tuvieron un efecto sobre el nivel de vida de la comunidad hispana.
En este momento, 64 por ciento de los latinos elegibles para votar se identifica con los demócratas, dos puntos porcentuales menos que el año pasado, mientras que 33 por ciento se identifica con los republicanos, dos puntos porcentuales más que en 2021, de acuerdo con el más reciente sondeo del prestigiado Centro de Investigación Pew.
Coqueteos con republicanos
Aunque la ventaja de los demócratas sobre los republicanos sigue siendo cómoda, de casi dos a uno, otros indicadores sugieren que los liberales pueden tener motivos de preocupación: casi ocho de cada diez latinos (77 por ciento) está insatisfecho por el rumbo del país. Peor aún, 54 por ciento desaprueba la manera en la que Biden está haciendo su trabajo como presidente.
Otro sondeo de The New York Times y Sienna College muestra que los votantes hispanos masculinos más jóvenes, especialmente quienes residen en estados del sur, parecen estar alejándose del partido, un cambio impulsado por sus preocupaciones económicas.
“Las debilidades en el Sur y entre los votantes rurales podrían obstaculizar victorias cruciales en Texas y Florida en las elecciones intermedias de este año”, indicaron.
Durante la era Trump, los trabajadores latinos experimentaron una de las más bajas tasas históricas de desempleo, en especial antes de la pandemia de covid. La era Biden ha estado marcada por mayor desempleo y una espiral inflacionaria reflejada dramáticamente en el alza del precios de los energéticos y alimentos, tradicionalmente volátiles.
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Hispanos, sin dinero
En contra de los demócratas y de Biden juega el hecho de que la más detallada radiografía de la economía de los hispanos estadunidenses, divulgada esta semana por UnidosUS, la mayor organización de abogacía por los latinos del país, describe un panorama desolador para los segmentos de menores ingresos de esa comunidad.
“Demasiados latinos están viviendo en el filo. Cincuenta por ciento no tiene una cuenta bancaria, 20 por ciento no tiene ningún tipo de crédito y una gran cantidad no tiene ni siquiera 500 dólares de ahorro.Viven en el filo a pesar del tremendo potencial que tienen”, resume Eric Rodríguez, vicepresidente de Política y Abogacía para UnidosUS.
En efecto, casi dos tercios de los encuestados –residentes de California, Texas y Arizona con ingresos de menos de 50 mil dólares al año– no tienen ahorros para resolver un gasto imprevisto, y 36 por ciento reconoció que se vio obligado a pedirle prestado a un amigo o pariente para cubrir una emergencia.
Se trata de un problema estructural, un alto porcentaje de los latinos trabaja en sectores de mano de obra intensiva (agricultura, construcción, servicios) con salarios deprimidos o que carecen de beneficios como cobertura de salud. Pero también tiene consecuencias electorales en momentos en que la situación económica es la preocupación número uno en la mente de los votantes.
Pero no todo son malas noticias. En casi todos los temas de la agenda nacional los latinos tienen más coincidencias con los demócratas que con los republicanos, incluida la economía, la lucha contra el crimen, la política migratoria, el control de armas, el combate al cambio climático y la promoción de políticas de energías limpias.
En todo caso, tanto demócratas como republicanos siguen cometiendo los mismos traspiés de todos los ciclos electorales: posicionar a los votantes latinos como un recurso de último momento si las cosas van mal.
Un nuevo sondeo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (Naleo) encontró que 55 por ciento de los votantes latinos empadronados no había sido contactado por ninguno de los dos partidos.
EHR