El presidente de Níger dijo que elementos de la guardia presidencial trataron de deponerlo y que el ejército los atacará si no ceden. La comisión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS, por sus siglas en inglés) condenó lo que consideró un intento de golpe de Estado.
La cuenta oficial del presidente Mohamed Bazoum tuiteó que efectivos de la guardia presidencial realizaron una “demostración antirrepublicana” y trataron en vano de obtener el apoyo de otras fuerzas de seguridad.
El presidente y su familia se encontraban bien y el ejército y la guardia nacional estaban preparados para atacar si los implicados en la revuelta no cedían, dice el tuit.
No estaba claro cuál era el detonador de las tensiones, pero las calles en torno al palacio presidencial y algunos ministerios en Niamey estaban bloqueadas.
Un periodista de la emisora estatal dijo que se enviaron al menos una docena de refuerzos de la guardia nacional a la radio y se ordenó el acuartelamiento de algunas fuerzas de seguridad internacionales que operan en el país.
Una persona cercana el presidente que no estaba autorizada a hablar con la prensa dijo a AP que la guardia presidencial rodeó la residencia de Bazoum cuando él y su esposa se encontraban en el interior y que habían comenzado negociaciones entre las partes.
Bazoum resultó elegido hace dos años en la primera transferencia pacífica y democrática del poder desde que Nigeria se independizó de Francia en 1960. El país de África occidental ha sufrido cuatro golpes de Estado, y Bazoum frustró un intento de golpe días antes de su juramentación.
Bajo su gobierno, Níger ha sido un socio clave de las potencias occidentales en la lucha contra el extremismo islamista. El secretario de Estado estadunidense Antony Blinken visitó el país en marzo para reforzar los lazos con una parte de la región africana del Sahel que ha evitado los golpes militares y la presencia de mercenarios rusos que han desestabilizado a sus vecinos.
Aunque existen amenazas sin precedentes de extremistas islámicos vinculados con Al Qaeda y el grupo Estado Islámico en el oeste de Nigeria, los vecinos Mali y Burkina Faso han sufrido cuatro golpes de Estado desde 2020 y han sido invadidos por extremistas.
SNGZ