Después de casi dos años de exilio voluntario, el rey emérito de España, Juan Carlos I, llegó esta tarde al aeropuerto de Vigo, en el país europeo, para trasladarse de inmediato al pueblo gallego de Sanxenxo (Pontevedra) donde permanecerá hasta el lunes, día en que se reunirá con su hijo, el monarca Felipe VI, y parte de la Familia Real en el Palacio de la Zarzuela, donde no pasara la noche.
El monarca emérito, de 84 años, mucho más delgado y muy lento en cada uno de sus movimientos, fue recibido por su hija mayor, la infanta Elena, y después se unió su incondicional grupo de amigos, todos empresarios, y por el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín. Mañana tiene previsto acudir a un acto de bienvenida en el Real Club Náutico de Sanxenxo.
Juan Carlos I viajó de Abu Dabi a Vigo en un avión privado matriculado en Aruba, Emiratos Árabes Unidos, y valorado en 36 millones de dólares. Fueron poco más de ocho horas de vuelo. Posteriormente subió a un coche que le llevó a Sanxenxo. Todo bajo un fuerte dispositivo de seguridad. Ya en el pueblo, se alojará en la casa de su amigo Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico local.
La Casa del Rey aclaró que esta visita “se enmarca en el deseo de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos de desplazarse con frecuencia a España para visitar a la familia y amigos, y organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado”.
De esta manera, el secreto a voces se hizo oficial, es decir, que todo estaba listo para recibir al rey emérito en Galicia, donde se confirmó que participará en la regata, aunque se desconoce si lo hará a bordo de su barco “Bribón”. Juan Carlos veranea en Sanxenxo desde hace 22 años.
Todo lo que rodea al retorno del rey emérito a España ha provocado enfado tanto en Zarzuela como en la casa presidencial de La Moncloa. La idea inicial era que fuera una visita discreta para no volver a colocar en el centro de la polémica a Juan Carlos de Borbón y a la monarquía, inmersa en una operación de recuperación de imagen después de hacerse públicas las irregularidades fiscales y la fortuna oculta del ex jefe del Estado.
Juan Carlos I y su sorpresiva visita a España
Pero ha salido todo al revés. La indiscreción de Juan Carlos al comunicar sus planes de viajar este fin de semana a algunos amigos empezó a complicar la operación.
Lo que está por ver es la exposición mediática a la que se expondrá Juan Carlos. Ya se sabe que el padre de Felipe VI participará mañana por la tarde en la primera manga de la regata.
Ya sin causas judiciales pendientes, que lo involucraban en presuntas comisiones recibidas, el rey emérito Juan Carlos I tiene todo listo para volver a la regata. Ha sido criticado por los partidos nacionalistas catalanes y vascos, así como por Podemos, socio de coalición del presidente socialista Pedro Sánchez.
Por el contrario, la derecha y la ultraderecha, Partido Popular y Vox, respectivamente, apoyan el retorno del monarca. En la calle también las opiniones están divididas.
El Gobierno de Pedro Sánchez considera que el regreso de Juan Carlos I a España, es “incómodo” para la Casa Real aunque asumen que al rey emérito no se le puede impedir viajar, según fuentes gubernamentales.
Asimismo, el Ejecutivo socialista se reafirmó en la opinión expresada por el presidente Pedro Sánchez de que el emérito debería dar explicaciones a los españoles por sus acciones en el pasado.
Juan Carlos I vive en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, desde agosto del 2020, decidió marcharse para no ensombrecer el reinado de Felipe VI y tras verse involucrado en varias causas judiciales.
A principios del pasado mes de marzo, el rey emérito le comunicó a su hijo que visitaría España ocasionalmente tras la decisión de la Fiscalía del Tribunal Supremo de archivar la investigación sobre su patrimonio.
Juan Carlos solo tiene abierto un procedimiento civil en el Reino Unido después de que su examante Corinna Larsen le demandara por el supuesto acoso, que asegura que sufrió desde el año 2012 por parte de agentes del Centro Nacional de Inteligencia a petición del monarca.