El rey emérito de España, Juan Carlos I, presentó a través de su defensa una abono voluntario ante Hacienda por importe de 678 mil 393.72 euros (más de 16 millones 929 mil pesos), según informó esta noche en un breve comunicado su abogado, Javier Sánchez-Junco.
De este modo, el monarca regulariza los fondos que presuntamente recibió entre 2016 y 2018 del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause e intenta impedir una investigación penal sobre el uso de las tarjetas no declaradas a Hacienda que se nutrían de esos fondos. La cantidad abonada a las autoridades tributarias competentes incluye intereses y recargos.
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“En cualquier caso S.M. el Rey D. Juan Carlos, continúa, como siempre lo ha estado, a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuno”, añade la breve misiva.
La Fiscalía Anticorrupción española abrió en 2019 una investigación al detectar el uso de las citadas tarjetas. El Ministerio Público trata de comprobar si entre 2016 y 2018 los gastos con esas tarjetas superaron los 275 mil euros (sobre los 6 millones 600 mil pesos ) en un solo ejercicio, que conllevarían pagos a Hacienda por 120 mil euros anuales (más de 2 millones 880 mil pesos), la cantidad defrauda a partir de la cual se abren investigaciones penales.
Juan Carlos I era inviolable (no podía ser investigado) por hechos anteriores a 2014 cuando era jefe del Estado, pero esos posibles delitos fiscales se habrían producido con posterioridad a su abdicación.
La Fiscalía ya ha interrogado al empresario mexicano del que procedería el dinero gastado con las tarjetas, y al teniente coronel retirado Nicolás Murga Mendoza, que habría ejercido contacto para el uso de esos fondos. Este último fue además edecán del rey emérito, que actualmente reside en Emiratos Árabes.
OMZI