Rolando Álvarez es un obispo nicaragüense que ha trabajado en Matagalpa desde 2011 y que recientemente fue condenado a 26 años en una prisión por traición a la patria tras ser uno de los mayores opositores del presidente Daniel Ortega.
A sus 56 años se negó a unirse a un grupo de presos políticos que fueron liberados y enviados a Estados Unidos tras meses enclaustrado en una parroquia local y posteriormente en su hogar.
Durante mayo de 2022, Álvarez inició una huelga de hambre para protestar contra el acoso policial que sufría por parte del gobierno de Daniel Ortega.
En un video, explicó que la policía lo perseguía constantemente y que las afectaciones a su familia lo había llevado tomar medidas más fuertes.
“En un momento le pregunté a la policía por qué estaban allí y me dijeron que era por mi seguridad. Pero sabemos que en este país la inseguridad viene precisamente de la policía, ellos eran los que me hacían sentir inseguro", explicó en el video.
Tiempo después, el 13 de diciembre, Álvarez fue acusado de concierto para delinquir “por atentar contra la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense".
Ante eso, se le detuvo en prisión domiciliaria hasta que se le ofreció ser expulsado a Estados Unidos, tras su negativa, el obispo y opositor de Daniel Ortega fue condenado a 26 años y cuatro meses de prisión el pasado 10 de febrero.
Ante su pena, el gobierno estadunidense e incluso el papa Francisco condenaron la decisión y pidieron la liberación de Rolando Álvarez.
"Condenamos la sentencia del gobierno de Nicaragua al obispo Rolando Álvarez a 26 años de prisión", compartió Brian A. Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos.
Asimismo, el Papa Francisco se solidarizó con las personas "que sufren Nicaragua" debido al gobierno de Daniel Ortega.
"Recemos juntos por todos los que sufren en Nicaragua, por el Obispo de Matagalpa, Mons. Álvarez, a quien quiero tanto, por las personas deportadas", compartió el pontífice.
aag