El rechazo a la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) se incrementó este sábado, cuando varias compañías cortaron lazos con la industria armamentista después de la masacre escolar más reciente en Florida, que dejó 17 muertos.
Las últimas compañías en suspender relaciones con la NRA fueron Delta y United Airlines, dos de las tres aerolíneas más grandes de EU. Ambas anunciaron ayer que ya no ofrecerán descuentos a los miembros de la organización cuando acudan a reuniones anuales.
Ambas empresas pidieron a la organización pro-derecho a portar armas que elimine referencias a sus marcas de su sitio web.
La compañía de automóviles de alquiler Hertz ya no ofrecerá descuentos a los miembros de la NRA y el First National Bank of Omaha dijo que no renovará una tarjeta de crédito de marca compartida que tiene con la asociación pro armas.
“Las reacciones de los clientes nos han impulsado a revisar nuestras relaciones con la NRA”, explicó en su cuenta de Twitter el First National Bank of Omaha, uno de los mayores emisores de tarjetas de crédito de EU.
También Enterprise, competencia de Hertz, las compañías de seguros Metlife y Chubb, y la sociedad de seguridad informática Symantec anunciaron que no quieren seguir asociadas a la NRA. Uno de los mayores bancos de EU, Bank of America, anunció que iba a revisar sus relaciones con los fabricantes de armas.
La mayoría de estas compañías tiene relaciones de promoción con organizaciones para fomentar la lealtad de clientes a los miembros de la NRA, y no reciben dinero directamente de la agrupación.
Tras la masacre de la escuela de Parkland, Florida, el 14 de febrero pasado, en la que el ex estudiante Nikolas Cruz, de 19 años, mató a 17 personas, se reactivó el debate sobre la laxa ley de posesión de armas en EU.
Los supervivientes del tiroteo encabezan protestas a favor de un endurecimiento de la legislación y en las redes sociales aumentaron las protestas contra la NRA. El viernes y ayer, #BoycottNRA era tendencia en Twitter en EU.
DEMÓCRATAS RESPONDEN
Los legisladores demócratas publicaron ayer su respuesta a un controvertido memorando redactado por los republicanos.
“Los oficiales del FBI y del Departamento de Justicia no ‘abusaron’ del proceso de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA), omitieron información importante o subvirtieron esta herramienta vital para espiar la campaña de Trump”, asegura el texto de los demócratas, refiriéndose al proceso bajo el cual se obtienen órdenes de vigilancia.
Los republicanos aseguraban en su texto, que salió a la luz este mes a pesar de las objeciones del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Justicia, que la investigación financiada por los demócratas impulsó al primero a espiar al ex asistente de campaña del presidente, Carter Page.
“De hecho, ambos habrían sido negligentes en su deber de proteger el país si no hubieran buscado una orden FISA para llevar a cabo una vigilancia temporal de Carter Page, alguien que el FBI calificó como un agente del gobierno ruso”, agregan.
La inteligencia estadunidense concluyó que Rusia buscó influir en las elecciones de 2016, pero el magnate niega la colusión.
CONSERVADORES MANTIENEN APOYO A TRUMP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, obtuvo ayer una aprobación de 93% entre los asistentes de la mayor reunión anual de simpatizantes, la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés).
Los asistentes expresaron su apoyo abrumador al mandatario, quien atrajo a un número récord de invitados el pasado viernes, cuando compareció ante esta conferencia por segunda vez desde que asumió el cargo.
“Grandes resultados de la encuesta de aprobación del CPAC: 93% aprueba el trabajo que está haciendo el presidente Trump (¡Gracias!)”, escribió el mandatario en Twitter al conocer los resultados.
La encuesta anual de los asistentes al CPAC, que según los organizadores fue de mil 155 personas este año, mostró que 7% apoya la actual propuesta de inmigración de Trump y 79% quiere que los republicanos en el Congreso hagan un mejor trabajo para avanzar en su agenda.
En la misma encuesta, sin embargo, 40% de los asistentes admitió que desearía que Trump utilizara menos Twitter.