Tras terminar una primera reunión y regresar a sus respectivas capitales para examinar la situación, las delegaciones rusa y ucraniana acordaron una "segunda ronda" de negociaciones este lunes.
"Las partes establecieron una serie de prioridades sobre las que se vislumbran ciertos avances y cuestiones que requieren algunas decisiones", dijo Mikhailo Podoliak, uno de los negociadores ucranianos, mientras que su homólogo ruso, Vladimir Medinski, indicó que la nueva reunión tendrá lugar "pronto" en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
Mientras tanto, el líder ucraniano Volodymyr Zelenskyy firmó una solicitud para que su país se una a la Unión Europea, en un intento por solidificar el vínculo de su país con Occidente. Su oficina informó que el papeleo está en camino a Bruselas, donde tiene su sede la Unión Europea de 27 naciones.
También, las delegaciones rusa y ucraniana se reunieron el lunes para conversar en medio de grandes esperanzas pero bajas expectativas de cualquier avance diplomático, las fuerzas ucranianas, superadas en número pero empeñadas en defender al país, han entorpecido el avance de los invasores rusos y, al menos por ahora, mantienen el control de Kiev y otras ciudades.
El fin de semana, ante la firme resistencia y las fuertes sanciones aplicadas por Occidente, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó colocar en alerta las fuerzas nucleares del país, amenazando con llevar la guerra a un nivel espeluznante.
Al mismo tiempo, el Kremlin nuevamente despertó temores de una guerra nuclear el lunes al reportar que sus fuerzas nucleares en tierra, mar y aire estaban en alerta tras la orden de Putin el fin de semana.
Intensificando su retórica, Putin denunció a Estados Unidos y sus aliados, calificándolos de "un imperio de mentiras".
El lunes reinaba una tensa calma en Kiev, donde muchos habitantes hacían cola para comprar agua y alimentos tras estar dos noches confinados a sus casas debido a un toque de queda. Pero según videos publicados en las redes sociales, caían proyectiles del Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, y los videos mostraban a edificios estremecidos por los cañoneos. Las autoridades en Járkov informaron que por lo menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas, pero advirtieron que ello podría aumentar.
"Ellos querían tener un blitzkrieg y fracasaron, así que ahora actúan de esta manera", expresó Valentin Petrovich, un habitante de la ciudad de 83 años de edad, quien pidió no usar su apellido por temor a represalias.
Las fuerzas rusas niegan estar atacando zonas residenciales, pese a evidencia abrumadora de que viviendas, escuelas y hospitales están siendo bombardeados.
LG