Las intensas lluvias que desde el pasado fin de semana arrecian sobre el estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil, han causado al menos 28 fallecidos y 2 mil 914 familias fueron desalojadas, según informaron este miércoles fuentes oficiales.
Los bomberos encontraron durante la madrugada los cuerpos de otras tres víctimas en la localidad de Franco da Rocha, en la zona metropolitana de la ciudad de Sao Paulo, fuertemente afectada por el temporal.
Entre los 28 muertos relacionados con los estragos provocados de las fuertes precipitaciones hay ocho niños, según el último recuento de Defensa Civil. Además, siete personas siguen desaparecidas y otras 12 resultaron heridas.
Desde el pasado fin de semana, el estado de Sao Paulo, el más rico y poblado de Brasil, con unos 46 millones de habitantes, está siendo azotado por un aguacero que ha ocasionado desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierras, inundaciones, caídas de muros y cortes de carreteras.
En al menos 36 de los 645 municipios de Sao Paulo se han registrado daños ocasionados por las lluvias.
Franco da Rocha es el más afectado con 11 fallecidos, seguido de Francisco Morato, con cinco, y Embu das Artes, con tres, todos ellos situados en la región metropolitana de la capital paulista.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló las zonas afectadas con seis de sus ministros y se reunió con los alcaldes de las ciudades más golpeadas por el temporal.
"En muchas áreas donde fueron construidas las residencias faltó visión de futuro, pero también las personas construyen en esas áreas de riesgo por necesidad", apuntó el mandatario, en referencia a los millones de hogares edificados de forma irregular no solo en Sao Paulo, sino en todo Brasil.
Las tormentas son habituales durante el verano austral brasileño, aunque en los últimos años se han intensificado.
Además de Sao Paulo, otros estados brasileños han sido castigados por temporales de lluvias entre finales de 2021 y principios de este 2022.
En Bahía, las fuertes precipitaciones causaron una treintena de muertos, dejaron bajo el agua decenas de ciudades y obligaron a casi 100 mil personas a abandonar sus hogares.
En Minas Gerais, también unas treinta de personas perdieron la vida en incidentes relacionados con las lluvias, de las que diez fallecieron cuando una enorme pared rocosa de un cañón de la región cayó sobre la barca en la que se encontraban.
JLMR