Una comisión mixta creada para destrabar el diálogo entre el gobierno y la opositora Alianza Cívica, y resolver la aguda crisis que sacude al país, se reunirá por primera vez hoy, informó la comisión mediadora conformada por la Conferencia Episcopal.
En un escueto comunicado, la Comisión de Mediación y Testigo convocó a las partes —tres delegados del presidente Daniel Ortega y tres de la Alianza Cívica— a una sesión de trabajo en la sede del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima a las 10:00 locales (16:00GMT).
La convocatoria se dio poco después de que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que integra a estudiantes, sector privado y sociedad civil, expresara en un comunicado su anuencia a retomar el diálogo, suspendido por falta de acuerdos el pasado miércoles.
Ya el viernes último el gobierno había anunciado que sus tres delegados estaban listos para integrar la comisión, que deberá alcanzar un consenso y retomar las conversaciones en el plenario.
El diálogo nacional se suspendió al no llegar siquiera a acuerdos sobre agenda a discutir: los opositores exigían debatir la democratización (reforma profunda de la Constitución y adelanto de comicios para anticipar el retiro de Ortega), mientras el gobierno demandó remover los “tranques” (bloqueos de carretera) puestos en todo el país por estudiantes y campesinos.
El gobierno calificó la agenda de su contraparte como una “ruta hacia un golpe de Estado”. En medio de ese impasse siguieron en los últimos días las protestas y el sábado por la noche hubo choques en la isla de Ometepe (sur), donde paramilitares atacaron una marcha opositora. En respuesta, manifestantes incendiaron la casa del gobernante partido Frente Sandinista en el lugar.
Marchas pacíficas se realizaron en Managua y otras ciudades, exigiendo justicia por las víctimas de la crisis que estalló el 18 de abril. Los manifestantes pidieron de nuevo la renuncia de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
La crisis en Nicaragua comenzó con una protesta de estudiantes contra una reforma del Seguro Social, que afectaba a miles de trabajadores y jubilados. Las manifestaciones se extendieron en reacción a la violencia policial y de paramilitares contra civiles.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que visitó Nicaragua, contabiliza 79 muertos y más de 800 heridos del 18 de abril al 24 de mayo.
En un comunicado, la Alianza Cívica acusó al gobierno de no cumplir dos recomendaciones de la CIDH indispensables para retomar el diálogo: “Cese de la represión y desmantelamiento de las fuerzas parapoliciales”.
En entrevista con la agencia alemana DPA, la líder campesina Francisca Ramírez dijo que podrían mantener de forma indefinida los “tranques” como medida de presión, pero coincidió en que “la vía cívica y pacífica es la mejor salida para alcanzar la justicia y avanzar hacia la democracia”.
Mientras, la hija de la pareja presidencial, Zoilamérica Ortega Murillo, declaró al diario local La Prensa que sus padres actúan “como dioses heridos” y que son capaces “de todo por no dejar el poder”.
En declaraciones desde Costa Rica, donde reside exiliada, Zoilamérica dijo que Nicaragua vive “la misma catástrofe” que ella sufrió hace 20 años cuando denunció a su padrastro Daniel Ortega por abuso y violación sexual. Ortega, entonces diputado, evadió los tribunales amparado en su inmunidad.
Según Zoilamérica, la actual crisis estalló tras una acumulación de abusos de poder.
“Se equivocaron creyendo que el pueblo iba a aguantar siempre y que el sometimiento iba a ser eterno”, acotó la socióloga de 50 años.
Claves...Policías castigados
• El director de la Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos, Álvaro Leiva, dijo que 300 policías fueron detenidos “por negarse a reprimir”.
• En su misa dominical en la Catedral de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes dijo que el diálogo debe trascender las negociaciones políticas.
• El también arzobispo instó a los fieles a “sembrar perdón y reconciliación” para que “después de estas luchas fratricidas, no quede odio ni rencor”.