Por lo menos unas 22 personas, entre ellas niños, fueron secuestrados en tres aldeas del norte de la República Democrática del Congo, informaron autoridades locales.
Se afirma que siete hombres armados vestidos de uniformes militares blancos atacaron los poblados en el territorio Ango en la provincia de Bas-Uele el martes, dijo el administrador del área, Mazale Lekabusia Marcellin.
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La nación centroafricana lleva décadas estremecida por la violencia, mayormente en el este donde unos 120 grupos armados pugnan por el poder, influencia, recursos naturales o para proteger sus comunidades.
Nadie se ha atribuido los secuestros, pero la región era una vez baluarte del Ejército de Resistencia del Señor, un grupo rebelde ugandés liderado por Joseph Kony, uno de los prófugos más notorios del continente.
Si bien la agrupación es apenas una sombra de lo que era y ha perpetrado muy pocos ataques, el incidente subraya las vulnerabilidades de la región donde las fronteras porosas y la debilidad de los servicios de seguridad permiten la existencia de grupos rebeldes, dicen expertos.
“El secuestro más reciente no significa que una nueva ofensiva rebelde se avecina, sino que (el Congo) no es capaz de proteger a sus ciudadanos de los delitos de bajo nivel cometidos por diversos grupos armados”, expresó Benjamin Hunter, especialista en temas africanos para Verisk Maplecroft, una firma de cálculo de riesgo.
Después del secuestro, las comunidades exigieron al gobierno más medidas de seguridad.
“Desde esta región del país siempre he pedido más personal militar en Ango. La frontera está totalmente abierta. No hay militares y mucho menos policías”, declaró Neema Grace Paininye, legisladora de Ango.