Senador culpa a musulmanes por ataque en NZ; le dan un huevazo

El senador australiano Fraser Anning recibió un huevo crudo en la cabeza y enfrenta una moción de censura por culpar a la migración de musulmanes por la masacre en dos mezquitas.

Las cámaras de televisión captaron el momento en el que un joven de 17 años rompió un huevo en la cabeza de Anning. AP
Editorial Milenio
CANBERRA /

A un senador australiano le rompieron un huevo crudo en la cabeza y enfrenta una moción de censura por parte de sus colegas luego de provocar indignación por culpar a la migración de musulmanes de la masacre en dos mezquitas de Nueva Zelanda.

El senador Fraser Anning enfrentó críticas luego de unos tuits publicados ayer, incluido uno en el que escribió: “¿Alguien todavía disputa el vínculo entre la inmigración musulmana y la violencia?”.

“La verdadera causa de la masacre en las calles de Nueva Zelanda hoy es el programa de inmigración que permitió a los fanáticos musulmanes migrar a Nueva Zelanda en primer lugar”, señaló en un comunicado.

Las cámaras de televisión captaron el momento en el que un joven de 17 años rompió un huevo en la cabeza de Anning y empezó a forcejear con el senador independiente mientras daba una conferencia de prensa en Melbourne.

La policía dijo que el joven fue detenido, pero posteriormente liberado sin cargos y con una investigación pendiente. No se ha dado a conocer el motivo del incidente.

El gobierno y el partido de oposición acordaron aprobar una moción de censura contra Anning por su postura sobre los tiroteos de la ciudad de Christchurch, una vez que el Parlamento reanude sus sesiones en abril.

Aunque una reprimenda de ese tipo es una acción simbólica, los partidos importantes del país esperan demostrar lo aisladas que son las opiniones de Anning entre los 226 legisladores federales de Australia. El apoyo de los principales partidos políticos asegura que la moción de censura será aprobada por las dos cámaras.

El primer ministro Scott Morrison condenó los comentarios de Anning.

“En su comparación de este terrible ataque terrorista con asuntos de inmigración, sobre todo su ataque contra la fe islámica, estos comentarios son deplorables, horripilantes y no tienen cabida en Australia, ni en el Parlamento australiano”, dijo Morrison. “Debería estar, francamente, avergonzado de sí mismo”.

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