Los 22 migrantes que fueron hallados cuando eran trasladados clandestinamente en un camión en Texas ya no rendirán su testimonio y serán entregados a las autoridades de migración, informaron las autoridades.
Otros 10 migrantes murieron a bordo del camión durante una presunta operación de tráfico de personas descubierta en julio. El conductor del camión enfrenta cinco cargos y la posibilidad de la pena capital.
La fiscalía federal dijo que canceló las declaraciones programadas para las 22 personas en el caso contra el conductor del camión, James Matthew Bradley Jr., que fue arrestado después de que agentes en San Antonio hallaron el vehículo en julio afuera de un Walmart.
Daryl Field, portavoz de la fiscalía federal, no comentó sobre si los sobrevivientes serán sujetos a deportación.
Los abogados que han estado representando a los sobrevivientes no respondieron a las solicitudes de comentario o señalaron que no saben qué les sucederá.
Nuria Olascoaga Rosas, portavoz del consulado mexicano en Houston, señaló que a la oficina se le informó únicamente que cada caso será examinado de manera individual en una corte migratoria.
Al menos 39 personas se encontraban al interior del camión, y la mayoría eran mexicanos que habían entrado por la frontera sur de Estados Unidos. El sistema de refrigeración del camión estaba descompuesto y testigos contaron a las autoridades y a The Associated Pres que tenían problemas para respirar e intentaron en vano que se detuviera el vehículo en su trayecto hacia el norte.
Dentro del remolque se encontró a ocho personas muertas y otras dos fallecieron después de ser hospitalizadas.
De acuerdo con la denuncia criminal dada a conocer en julio, Bradley dijo que no sabía que había personas dentro del remolque. Les dijo a los investigadores que el camión se había vendido y que lo llevaba de Iowa a Brownsville, Texas, a petición de su jefe. Pero también señaló que había conducido a Laredo, Texas, y había hecho dos paradas en la ciudad antes de trasladarse de regreso a San Antonio, en dirección opuesta a Brownsville.
La imputación de cinco cargos contra Bradley incluye uno por transporte ilegal de inmigrantes con fines financieros, resultando en fallecimiento, y un cargo por separado de conspiración para el transporte ilegal de inmigrantes con resultado fatal. Ambas acusaciones pueden ser castigadas con la pena capital.
Las autoridades han declarado que investigan el caso de Bradley como parte de una operación más extensa de traslado ilegal de personas a través de la frontera sur de Estados Unidos.
Los abogados de Bradley rechazaron comentar.