Los médicos de un hospital de campaña turco en la ciudad meridional de Alejandreta declararon que están tratando a un número cada vez mayor de pacientes que sufren trastorno de estrés postraumático (TEPT) y ataques de pánico tras el terremoto de la semana pasada.
"Al principio los pacientes eran los que habían sufrido heridas bajo los escombros ahora son más los que acuden con trastorno de estrés postraumático, tras todo el golpe que han sufrido durante el terremoto y lo que han visto", dijo la mayor del ejército indio Beena Tiwari.
Muchas personas acuden con ataques de pánico.
El número total de víctimas mortales en Turquía y Siria supera las 37 mil, y el terremoto y sus réplicas han destruido ciudades enteras en ambos países, dejando a los supervivientes sin hogar en medio de un frío glacial, con muchos luchando por encontrar refugio y saneamiento básico.
El trauma sufrido por los supervivientes es enorme. Algunos han sido sacados de entre los escombros después de pasar horas en el frío y la oscuridad para descubrir que sus familiares han muerto o están desaparecidos, y los concurridos barrios donde vivían han quedado reducidos a montones de hormigón destrozado.
Tiwari forma parte de un equipo de casi 100 expertos de la India que establecieron un hospital de campaña para tratar a los supervivientes del terremoto, uno de los peores de la historia moderna de Turquía, después de que un hospital local quedó destruido.
El TEPT está causado por acontecimientos muy estresantes, aterradores o angustiosos, y las personas con TEPT pueden revivir el acontecimiento traumático a través de pesadillas y escenas retrospectivas, y pueden tener dificultades para dormir y concentrarse.
"La gente sólo ahora empieza a darse cuenta de lo que les ha ocurrido tras este periodo de shock", dijo un funcionario médico turco.
Al otro lado de la frontera, en Siria, un centro improvisado gestionado por UNICEF proporcionó a los niños "primeros auxilios psicológicos", animándoles a jugar y a sentirse seguros. En el refugio se encontraba Ahmad, de nueve años.
"Con cualquier voz alta o movimiento, se asusta. A veces, cuando está dormido, se despierta y dice 'terremoto'", explica su padre, Hassan Moath.
El comandante del hospital de Alejandreta, Yaduvir Singh, dijo que también estaban atendiendo a más pacientes con enfermedades infecciosas y problemas en las vías respiratorias altas, y que los miles de personas que vivían en tiendas de campaña a la intemperie con temperaturas bajo cero estarían sufriendo mucho.
BCS