El organismo oficial que regula los productos farmacéuticos en Sudáfrica anunció este lunes la aplicación en adultos de la vacuna china Sinopharm/BBIBP, según informó la entidad en un comunicado.
La "autorización", señaló la Autoridad Reguladora Sanitaria de Sudáfrica (Saphra, por sus siglas en inglés), "se basa en la aceptable seguridad, calidad y eficacia" del producto, de acuerdo a los estudios facilitados al solicitar su aprobación.
"Se administra con dos dosis de inyección intramuscular, con un intervalo de entre 2 y 4 semanas entre cada una", indica el texto.
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No obstante, Saphra enfatizó que la medida está "sujeta a varias condiciones", que incluyen que "la vacuna sea suministrada y administrada" de acuerdo a las pautas del programa nacional de vacunación de Sudáfrica.
Dado que el Gobierno sudafricano no tiene órdenes de compra de Sinopharm, por el momento no existen reglas específicas para esta vacuna.
Saphra también puntualizó que habrá "condiciones adicionales" relacionadas con la facilitación de nuevos estudios periódicos, incluidos de datos sobre la seguridad de la vacuna.
En el mismo comunicado, el organismo regulador sanitario anunció también la aprobación general de la vacuna anticovid de Pfizer para mayores de 12 años, producto que ya se venía aplicando en el país desde el año pasado, pero bajo la fórmula de una autorización "de emergencia" para combatir la pandemia.
Hasta la fecha, el programa de inmunización anticovid sudafricano utilizó tan sólo las vacunas de Johnson and Johnson y de Pfizer.
Esta nación austral, que registró hasta la fecha 3,6 millones de contagios y algo más de 95 mil muertes, es el gran epicentro de la pandemia en el continente africano.
Pese a esto y los esfuerzos del Gobierno para concienciar sobre la importancia de la inoculación, sólo un 28 % de la población sudafricana (unos 58 millones de habitantes) cuenta con la pauta completa de vacunación.
En la actualidad, los niveles de contagio se encuentran estabilizados, con tasas bajas de infección, después de que el país dejase atrás su cuarta ola, impulsada por la variante ómicron entre finales de noviembre y enero.
Esta dejó un mayor volumen de casos que se propagaron con mucha rapidez, pero fueron menos graves a nivel clínico en comparación con las olas anteriores y disminuyeron igualmente a más velocidad.
Las autoridades sudafricanas advirtieron de que esperan una quinta ola a medida que el país se acerca al próximo invierno austral (que comenzaría en junio).
"Se espera que, a medida que nos acercamos al invierno, la quinta ola llegue, o incluso antes, dependiendo de las variantes", señaló el pasado viernes en una rueda de prensa virtual el ministro sudafricano de Salud, Joe Phaahla, quien insistió en la importancia de intensificar la vacunación.
grb