Miles de personas huyeron de Jartum, la capital de Sudán, donde según testigos yacían decenas de cadáveres en las calles tras cinco días de combates entre el ejército y los paramilitares que han dejado más de 270 muertos.
Diversas embajadas occidentales confirman al menos 270 muertos en tan solo cinco días, según un balance "provisional" por lo que gobiernos extranjeros empezaron a organizar evacuaciones de miles de expatriados, incluidos funcionarios de la ONU.
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En medio del conflicto armado, diplomáticos extranjeros han sido atacados y Naciones Unidas denunció "saqueos, ataques y violencia sexual contra cooperantes".
El ministro de Defensa de Chad, el país vecino, informó que 320 militares sudaneses cruzaron incluso la frontera el domingo para huir de los encarnizados choques.
"Son 320 elementos del ejército sudanés, gendarmes, policías y militares, que temen ser asesinados por las Fuerzas de Apoyo Rápido que se entregaron a nuestras fuerzas", aseguró el general Daoud Yaya Brahim.
Cadáveres en las calles
Miles de personas comenzaron a huir de la capital sudanesa, de cinco millones de habitantes. Algunos iban en vehículos, otros a pie, incluidos mujeres y niños.
Las calles estaban llenas de cadáveres con un fuerte olor a descomposición, dijeron testimonios.
"La vida en Jartum es imposible si no se detiene esta guerra. Hice hasta lo imposible para que mis hijos no vieran los cadáveres en las calles", dijo a la agencia AFP Alawya al-Tayeb, de 33 años, mientras huía de la capital.
Fuertes explosiones e intensos tiroteos se escucharon en Jartum y testigos indicaron que gruesas columnas de humo negro salían de los edificios alrededor del cuartel del ejército, situado en el centro de la capital.
Combatientes de las FAR recorrían la capital en vehículos con armas pesadas, mientras los aviones de combate del ejército sobrevolaban y disparaban a los paramilitares, relataron testigos.
Los civiles que permanecen en sus casas están cada vez más desesperados ante la escasez de alimentos, los apagones y la falta de agua potable. Algunos de ellos se han visto obligados a salir en busca de comida y suministros cuando baja la intensidad de los combates.
Su esperanza de ser evacuados se esfumó el martes, cuando una tregua humanitaria de 24 horas fue suspendida a pocos minutos de la hora de inicio.
Las FAR anunciaron el miércoles unilateralmente "una tregua de 24 horas desde las 16:00 horas locales", pero hay pocas esperanzas de que se cumpla.
aag