El rey emérito de España, Juan Carlos I, ya no será investigado por la fiscalía suiza por el caso de una donación de 65 millones de euros a su ex compañera sentimental Corinna Larsen. La causa quedó archivada.
De acuerdo a la denuncia inicial el ex monarca transfirió a su ex mujer Corinna Larsen en 2012 una donación de 65 millones de euros que, cuatro años antes, el rey de Arabia Saudita, Abdalá bin Abdulaziz, le había regalado.
Esta mañana lo adelantaba la Tribune de Genève y posteriormente la información fue confirmada por fuentes judiciales, lo que pone fin a una investigación iniciada en territorio suizo en agosto de 2018.
La fiscalía de dicho país finalmente pudo confirmar que los fondos que Juan Carlos I donó a Corinna en junio de 2012 no tienen un origen criminal ni guardan relación con las obras del tren de Alta Velocidad Medina-La Meca, en Arabia Saudita, de las que se dijo que el monarca habría podido recibir comisiones por llevar este medio de transporte a suelo árabe.
Las autoridades judiciales suizas, no lograron demostrar nada, confirmaron que el dinero no procedía de una operación de corrupción ni una operación de blanqueo de dinero. Por otra parte, Juan Carlos de Borbón cada vez cuenta con menos apoyo en el gobierno socialista de Pedro Sánchez, dónde dejan muy claro que sus actitudes conocidas tras ser investigado para conocer detalles de su fortuna dejan mucho qué desear.
Pero subrayan que el reinado de Felipe VI, es más que ejemplar. Y es que Corina Larsen, quiere acomodarse en los tribunales de Londres, donde sus tribunales estudian el caso.
En este sentido, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aclaró que los hechos del emérito no deben empañar la “gran labor” del actual rey, Felipe VI, es un ejemplo de modernidad y ejemplaridad.
La ex-novia de Juan Carlos acusó formalmente al monarca español de emprender una campaña de acoso tras la ruptura de su relación en 2014.
Asegura en su denuncia que el Centro Nacional de Inteligencia español comenzó una campaña de acoso contra ella y desprestigio en los medios de comunicación encabezada por el rey emérito, algo que ahora trata de determinar la justicia británica.
Los representantes de Juan Carlos I consideran que la denuncia debía haber sido presentada ante el Tribunal Supremo español.
En resumen, lo que esgrimen los abogados del monarca es que Juan Carlos de Borbón forma todavía parte de la Casa Real junto a Felipe VI por lo que debe ser considerado un jefe de Estado, y como tal, tendría inmunidad según los tratados internacionales eso lo decidirá la justicia británica.