Desde la catedral de Lausana iluminada de rosa hasta estatuas violetas en Neuchâtel, la mujeres en Suiza lanzaron una jornada de movilización para exigir igualdad salarial, denunciar la violencia de género y defender el reconocimiento de las tareas domésticas.
El momento culminante de esta movilización será una marcha al final del día en todo el país, incluido en Berna, delante de la sede del gobierno y del Parlamento.
28 años después de la última gran huelga nacional por la igualdad salarial en Suiza, los organizadores llamaron a las mujeres a hacer huelga, aunque se desconoce el alcance que tendrá la movilización, ya que los paros son muy inusuales en el país.
En Berna, los diputados interrumpieron simbólicamente sus debates durante 15 minutos. Muchos parlamentarios lucían pines feministas o ropa de color violeta, como la ministra de Defensa, Viola Amherd.
La movilización empezó en Lausana por la noche donde varias mujeres hicieron sonar las campanas de la catedral, iluminada de rosa. Unas 500 personas bloquearon los principales puentes de la ciudad y organizaron desayunos.
En Zúrich, la mayor ciudad del país, un grupo de mujeres paseaba un clítoris gigante en un carro.
"Más tiempo, más dinero y respeto"
En algunas localidades, las guarderías estaban cerradas y las escuelas funcionaban con los servicios mínimos.
Bajo el lema "más tiempo, más dinero y respeto", la manifestación, considerada "ilícita" por la Unión Patronal, se celebra tres décadas después de aquel 14 de junio de 1991 cuando medio millón de mujeres abandonaron sus puestos de trabajo para salir a denunciar las desigualdades entre géneros.
En 1981 se introdujo en la Constitución suiza la igualdad entre sexos, y las mujeres denunciaron entonces la ausencia de medidas concretas y la desigualdad salarial. Esas protestas desencadenaron en la ley de igualdad laboral, que entró en vigor hasta 1996.
Siguiendo la estela del #Metoo, la nueva generación de mujeres continúa el combate iniciado hace tres décadas para conseguir la igualdad salarial, que está lejos de ser una realidad.
De media, las mujeres todavía ganan un 20 por ciento menos que los hombres en Suiza. Y la brecha salarial entre hombres y mujeres con la misma cualificación es de casi 8 por ciento, según la oficina nacional de estadísticas.
"La igualdad salarial no se ha conseguido. Es una buena razón para hacer huelga", declaró Ruth Dreyfuss, primera mujer en acceder a la presidencia suiza en 1998, en la radio suiza RTS.
Las 15:24; hora del paro
Las que no pudieron hacer huelga todo el día, podrían dejar de trabajar a las 15:24, la hora a partir de la cual las mujeres trabajan gratis si se tiene en cuenta la desigualdad salarial media del 20 por ciento.
En 1991, una mujer de cada siete se movilizó, una cifra excepcional en un país donde los paros son muy poco frecuentes, desde la instauración en 1937 de la "paz del trabajo", una convención firmada por la patronal y los sindicatos que excluye el recurso a la huelga en beneficio de la negociación.
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En las tres últimas décadas, los defensores de los derechos de las mujeres lograron algunas victorias en Suiza, como la legalización del aborto en 2002 y la introducción de una baja de maternidad pagada de 14 semanas, en 2005.
Pero en el país aún no existe la baja por paternidad y el acceso limitado a los onerosos servicios de guardería se considera un importante obstáculo para la plena participación de la mujer en el mundo laboral.
dmr