El ex policía ruso apodado “el maníaco de Angarsk”, que mataba a prostitutas, fue declarado ayer culpable de 56 crímenes que, sumados a la sentencia por otras 22 muertes de 2015, lo convierten en el mayor asesino en serie de la historia reciente de ese país.
Mijaíl Popkov, de 54 años, fue condenado ayer por un tribunal de la ciudad de Irkutsk, en Siberia, por el medio centenar de homicidios realizados entre 1992 y 2007, con una segunda condena a cadena perpetua tras la impuesta hace tres años. En total, se le adjudican 76 homicidios.
Popkov, que cometió la mayoría de sus crímenes en la ciudad de Angarsk, cerca de Irkutsk, al este de Moscú, mató a 77 mujeres y a un solo hombre, otro policía. Primero invitaba a sus víctimas, muchas de las cuales fueron violadas, a subirse a su coche de noche, usando en ocasiones su vehículo de policía.
Sus víctimas de entre 16 y 40 años, en su mayoría prostitutas, fueron asesinadas a golpes de hacha o de martillo, como explicó en diciembre de 2017 a la web de información rusa Meduza.
Él se describía como un “limpiador” de las prostitutas de la ciudad y solía abandonar a sus víctimas en el bosque, en cementerios o en las cunetas. Solo dos mujeres lograron escapar a sus ataques aunque resultaron gravemente heridas.
Una de ellas, Yevgenia Protasova, explicó al diario Komsomolskaïa Pravda que Popkov la convenció de subir a su auto en 1999, cuando ella tenía 18 años. “Me enseñó su placa de policía y yo me lo creí”.
“Disfrutaba de sus actos. Los veía como su razón de vivir”, explicó el criminólogo Yury Antonyan, que participó en la pesquisa.
Rompe récord de asesinos en serie
Rusia tuvo otros asesinos seriales en su historia, como Andréi Chikatilo, ejecutado en 1994 por la muerte de 52 adolescentes y niños durante la época soviética.
En 2007, otro asesino en serie, Alexander Pichushkin, fue condenado a cadena perpetua por los homicidios de 48 personas en Moscú.