La trayectoria criminal de Keith Raniere, líder de la secta NXIVM, será desnudada en la serie documental que HBO lanzó el pasado domingo 23 de agosto.
“Si crees que he hecho algo bueno, es importante que entiendas que siempre quiero ganar mi autoridad”. “El desconocimiento da miedo y muchas de las consecuencias son duras”. “Nuestro compromiso es nuestro poder”.
The Vow (El Juramento) escarba en las entrañas de NXIVM, empresa que ofrecía capacitar a las elites para llevarlas a lograr objetivos como mejorar el desempeño personal pero que, incluso, se trazaban planes más apoteósicos e idealistas como el de acabar con la violencia en el mundo. Pero que terminó sus días como una cofradía donde se practicaban abusos, fraudes, y crímenes sexuales, cortesía de su carismático líder.
La serie es producida y dirigida por el matrimonio formado por Jehane Noujaim y Karim Amer, quienes sugieren que su producto “tomará una mirada profunda y matizada a las experiencias de un número de personas profundamente involucradas en NXIVM en el transcurso de varios años”. Ambos consideran que The Vow revelará los problemas más allá de los titulares de prensa al explorar en el costo emocional que tuvieron que pagar quienes se vieron arrasados en la tempestad de la aventura.
Al menos en el primer capítulo vimos que Noujaim y Amer usarán como eje las historias de la actriz canadiense Sara Edmonson, la principal promotora de la denuncia, primero periodística y luego judicial que terminó por doblegar el proyecto y que en la serie muestra de inicio las presuntas virtudes del modelo educativo “inventado” por Raniere: “Soy tan fuerte que nunca podrás hacer lo que yo”, exclama ella al rememorar sus días cuando era alfil de mister Keith.
También cuenta su historia la ejemplar Barbara Bouchey, una más de las amantes de Raniere que terminó huyendo del entorno en medio de demandas con cargos inventados de chantaje y viviendo en el anonimato fuera de Nueva York, con su vida y prestigio sepultados.
Pero sobre todo va a ir llevando la crónica Mark Vicente, uno de los más fieles escuderos del falso gurú, que siempre ha estado bajo la sombra de la sospecha, pues fungía como su atinado jefe de prensa. Como tal, Vicente se dedicó a grabar todas las actividades de la cofradía y del líder con el objetivo de realizar el documental Encender el Corazón que pretendía “acabar con la violencia en México”.
Con el barco a punto de hundirse, Vicente se convirtió no sólo en uno de los rivales de la mesa directiva de la organización. Ahora, es la principal fuentes de imágenes para The Vow, que con su aporte, superará con mucho al de la competencia como la del canal eEntretainment (The Story of NXIVM Cult), CBS News (Escaping NXIVM) e Investigation Discovery (The Lost Woman of NXIVM), por mencionar sólo algunos que decidieron asomarse a este tema tan polémico y periodísticamente apasionante.
Para lanzar The Vow, la productora The Others urdió más de tres años de trabajo en una investigación profunda que muestra la transformación de Raniere, de un emprendedor idealista y soñador que pudo mover las voluntades de una pleyade de variopintos personajes de al menos cinco nacionalidades. En el capítulo uno, transmitido el domingo 23, y subido actualmente en la plataforma de HBO Max, vimos las imágenes de un Raniere, dulce, comprensivo y virtuoso que, conforme pasen los domingos, se irá deformando en el mamarracho que abandonó sus ideales pacifistas para administrar, con amenazas y abusivo control, un club de esclavas sexuales (DOS) a las que ordenó se marcaran sus iniciales en la cintura con una pluma cautín, motivo principal por el cual, en junio del 2019 un jurado lo halló culpable de siete cargos criminales.
Un equipo de casi 10 miembros de la producción permaneció en la corte del distrito este de Nueva York las seis semanas que duró el juicio contra Raniere. Al finalizar cada jornada entrevistaban a todos los personajes que se presentaban en la sala del juez Nicholas Garaufis, o armaban mesas redondas en los restaurantes cercanos con los periodistas que cubríamos el juicio, grabando nuestras conversaciones sobre lo sucedido ese día y las implicaciones que tendría en el veredicto.
Como Jehane Noujaim, tomó uno de los cursos y se contagió de la filosofía reniereana, la serie está alejada del enfoque morboso y sexual que NXIVM y DOS obtuvieron en la mayor parte de la prensa. “Me emocionaron muchos las clases” ha dicho ella y se refiere a sus compañeros como gente buena que compartían “un idealismo que fue refrescante”.
“Es manipulación pero es una buena manipulación”, dice alguien en algún momento de la docuserie, cuyo último capítulo será transmitido una semana antes de la audiencia programada para que Keith Raniere conozca, al fin, la sentencia que lo puede condenar a un mínimo de 15 años de cárcel o hasta cadena perpetua.
ledz