Las autoridades en Texas levantaron formalmente cargos por asesinato contra el presunto autor de la masacre en un Walmart de El Paso y buscan la pena de muerte para el acusado.
La acusación responsabiliza a Patrick Crusius, de 21 años, de la masacre ocurrida el 3 de agosto en la que murieron 22 personas. Crusius permanece encarcelado sin derecho a fianza. La fiscalía de El Paso busca la pena de muerte para el sospechoso.
En documentos judiciales, las autoridades dijeron que Crusius confesó ser quien disparó y que su objetivo eran mexicanos. Las autoridades también lo acusan de publicar un manifiesto racista y antiinmigrante en internet “en respuesta a la invasión hispana en Texas” poco antes de abrir fuego.
La mayoría de los fallecidos tenían apellidos hispanos, y ocho de ellos eran ciudadanos mexicanos.
Las autoridades federales planean presentar cargos por separado de asesinato, penado con la pena capital. El Departamento de Justicia investiga el caso como un acto de terrorismo nacional y delito de odio.
Los sobrevivientes han realizado vigilias por todo El Paso, incluso afuera de la prisión donde se encuentra Crusius aislado de otros reos y bajo vigilancia de suicidio.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha prometido invertir en un grupo de respuesta al terrorismo doméstico y ha sugerido ampliar y apoyar la revisión en la tenencia de armas.
jos