Tommasso Debenedetti se divierte. Para el periodista italiano difundir información falsa a través de las redes sociales es un juego literario, pero también un ejercicio didáctico para los periodistas y los medios de comunicación: quiere demostrar la falta de credibilidad de las redes sociales… y al parecer así lo hizo este lunes 11 de julio, cuando, en una cuenta falsa de Twitter, difundió que el papa emérito Benedicto XVI había muerto.
La cuenta de la red social, atribuida a Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, con su foto y más de 14 mil seguidores, publicó el mensaje: “Fallece el Papa emérito Benedicto XVI", acompañado de una fotografía Joseph Ratzinger.
En segundos, el mensaje se “viralizó”, término usado en las redes sociales. En México, periodistas, medios de comunicación y personajes de la vida social y política “cayeron”. Empezaron en cascada las condolencias por el fallecimiento del papa emérito de 95 años.
Algunos advirtieron lo extraño de que el Vaticano no había confirmado la noticia; sin embargo, en las redes sociales el nombre de Benedicto se volvió “trending topic”, lo más comentado en un lapso menor a una hora, cuando, en la vorágine informativa, la misma cuenta de Twitter publicó de manera cínica: "Cuenta falsa creada por el periodista italiano Tommasso Debenedetti".
¿Quién es Tommasso Debededetti?
Debenedetti se confesó hace varios años: "Mi idea era ser un periodista cultural serio y honrado, pero eso en Italia es imposible". Entonces, decidió entrevistar a las grandes personalidades del mundo como el Dalai Lama, Lech Walesa, Mijaíl Gorbachov, Elie Wiesel, Noam Chomsky y el mismo Joseph Ratzinger... pero todas fueron falsas.
Varios medios cuentan al menos 80 entrevistas inventadas por Debenedetti, profesor de italiano y de historia, nacido en Roma en 1969. El literato publicó sus creaciones en periódicos regionales de Italia hasta que el novelista norteamericano Philip Roth lo desenmascaró.
En una entrevista publicada en el diario El País en 2010, Debenedetti declaró sin menoscabo: "Me gusta ser el campeón italiano de la mentira. Creo que he inventado un género nuevo y espero poder publicar nuevos falsos en mi web y la colección en un libro".
Narró que todo empezó en 2000, cuando inventó una entrevista con el escritor estadunidense Gore Vidal. "Era accesible, presentaba su libro Palimpsesto, habla italiano y vivía en Ravello, cerca de Nápoles... Me dije ‘la hago’, la hice, y salió en La Nazione (de Florencia), Il Giorno (de Milán) e Il Resto del Carlino (varias provincias)".
"Era apasionante. Por la mañana era profesor, por la tarde hablaba con gente como Arthur Miller, Roth, Gorbachov o el Papa. Les hacía contar su vida entera y las piezas se publicaban, a veces ponían una llamada en primera página y eso satisfacía mi vanidad", contó a El País.
Ironías de la vida que el mismo diario español fue víctima de Debenedetti. El País publicó en su portada una foto falsa del presidente Hugo Chávez entubado en una cama de hospital.
El periódico explicó en un extenso artículo que la foto llegó al diario por ofrecimiento de la agencia Gtres Online, con la que no habían tenido problemas anteriormente. Tomàs Delclós, defensor del lector de El País, publicó también una explicación de los hechos titulada “Un tremendo error“.
“Sí, soy el autor de la falsa foto de Chávez. El 10 de enero, casualmente, la tomé de YouTube y, por juego y experimento, la envié a tres agencias”, confesó Debenedetti a Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética Segura de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano.
En 2012, Debenedetti advertía del poder de las redes sociales y en una entrevista con The Guardian, afirmó: “Las redes sociales son la fuente de información más inverificable del mundo, pero los medios de comunicación lo creen por su necesidad de velocidad".
¿Cuántos más Debenedetti?
Debenedetti no se cansa de hacerlo. Como un ‘asesino serial’, el profesor de literatura italiano ha ‘matado’ en las redes sociales a personajes como Thomas Pynchon, Umberto Eco, Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Pedro Almodóvar, Fidel Castro… En 2016, aseguró que el escritor Mario Vargas Llosa había muerto de un infarto; pero no lo dijo directamente él, sino a través de una versión apócrifa de la editorial Alfaguara.
Su técnica es la misma: suplantación de la identidad. Tommasso Debenedetti crea cuentas de una falsificación medianamente creíble y desde ahí, comete sus ‘asesinatos’ efímeros, pero con alcance masivo para luego celebrar: “fui yo”.
En entrevista con la Fundación Gabo, Debenedetti aseguró que toma el juego literario de la suplantación de identidad, y también lo hace para "denunciar la falta de credibilidad de las redes sociales, de internet y de los medios que, para conseguir un resultado y ser rápidos, no controlan las fuentes de noticias".
"Creo que los periodistas deben saber que donde están gobiernos [...] de otros países, verificar es más necesario que en otros casos. Repito. El mío es un juego literario y una demostración contra el mal periodismo. Pero muchas personas pueden utilizar esta situación para producir daños y para maniobras políticas. Ese ha sido el caso de la foto (falsa) de (Hugo) Chavez".
dr