Una fuerte tormenta con un tornado ha azotado el sureste de República Checa dejando decenas de heridos -se teme que incluso muertos- y una gran destrucción cerca de las ciudades de Breclav y Hodonín.
Fuertes rachas de viento, bolas de granizo del tamaño de pelotas de golf y vientos de huracán con un tornado derribaron numerosos árboles y causaron grandes destrozos en edificios y automóviles a última hora de la tarde, según la televisión pública CT.
Solamente en el hospital de Hodonín se han atendido a unos 200 heridos y según fuentes hospitalarias habría también muertos, según recoge la radio pública checa.
El ministro del Interior, Jan Hamacek, describió la situación como "muy grave" y dijo que se han desplegando todos los equipos de emergencia disponibles.
Equipos de rescate de las vecinas Austria y Eslovaquia también se dirigen a la zona para ayudar a los bomberos checos.
La tormenta también ha causado que decenas de miles de casas de la región se hayan quedado sin electricidad, lo que dificulta los trabajos de los equipos de emergencia.
Equipos de rescate con perros rastreadores se dirigen también a la zona para localizar a posibles personas atrapadas en los escombros.
Las imágenes de las cadenas de televisión muestran escenas de gran devastación, con coches volcados y edificios con paredes y techos derruidos.
El teniente de alcalde de Hrusky, de unos mil 500 habitantes, explicó que la tormenta ha arrasado la localidad y que de numerosas casas "solo quedan las paredes, sin techos ni ventanas".
"En diez minutos el pueblo quedó arrasado. Probablemente hubo muertos. Después no había señal y los bomberos tardaron una hora en llegar", describió Marek Kosut, alcalde de otra localidad, Moravská Nová Ves, para CT.
DMZ