Trump acepta la nominación; promete levantar el muro

"Yo, con humildad y gratitud, acepto su nominación a la presidencia de Estados Unidos", afirmó Trump, quien reiteró la promesa de levantar "un muro" en la frontera" con México.

Trump entró al último día de la convención en medio de aplausos y gritos de euforia.
Trump coronó con su discurso su increíble ascenso a la cumbre del 'Gran Old Party' de un neófito de la política.
Agencias
Cleveland /

El millonario Donald Trump aceptó la investidura del partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, prometiendo derrotar a la demócrata Hillary Clinton en los comicios del 8 de noviembre.

"Con humildad y agradecimiento acepto la candidatura para la presidencia de Estados Unidos", exclamó Trump, recibido con vítores y una ovación de pie en Cleveland, donde los republicanos culminan cuatro días de convención partidista.

"Juntos, llevaremos nuestro partido de regreso a la Casa Blanca", añadió en su discurso, que era visto por millones de televidentes.

"Tengo un mensaje para ustedes: el crimen y la violencia que hoy aflige a nuestra nación pronto acabarán", afirmó Trump, asegurando que, de ganar las elecciones, en su primer día en la Casa Blanca, el 20 de enero de 2017, "la seguridad será restaurada".

El magnate también oficializó su propuesta estrella, la construcción de un muro en la frontera con México, en su discurso de aceptación como candidato republicano a la Casa Blanca, poco más de un año después de la presentación de su insólita campaña.

"Vamos a construir un gran muro para poner fin a la inmigración ilegal, para poner fin a las pandillas y a la violencia, para impedir la entrada de droga", afirmó Trump.

También culpó al presidente Barack Obama de las divisiones raciales en Estados Unidos.

"La retórica irresponsable de nuestro presidente, quien ha usado el púlpito de la presidencia para dividirnos por raza y color, ha creado en Estados Unidos un entorno más peligroso para todo el mundo", dijo Trump.

"En esta carrera por la Casa Blanca, soy el candidato del orden público", aseguró.

Su discurso coronó el increíble ascenso a la cumbre del 'Gran Old Party' de un neófito de la política, quien con crudeza y estridencia supo mejor que nadie interpretar la desesperación de los perdedores de la globalización y canalizar su rabia hacia las clases dirigentes.

El millonario de Nueva York, que nunca ha ejercido un cargo público, necesita un sólido desempeño para mejorar su evaluación en los sondeos de opinión, en momentos en que los demócratas se preparan para su propia convención la próxima semana en Filadelfia.

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