Donald Trump fue inculpado por un caso de compra de silencio de una estrella porno en 2016 y está previsto que comparezca el próximo martes ante la justicia penal de Nueva York, un hecho sin precedentes para un ex presidente estadunidense, que denunció el jueves una "persecución política".
El ex inquilino de la Casa Blanca, que aspira a volver a serlo en 2024, es acusado oficialmente por el fiscal de Manhattan Alvin Bragg, dependiente de la justicia del estado de Nueva York, del pago de 130 mil dólares a la actriz y directora de cine porno Stormy Daniels justo antes de las elecciones de noviembre de 2016 para ocultar una supuesta relación extramatrimonial.
El monto no había sido declarado en las cuentas de la campaña del candidato republicano, con lo que violaría las leyes electorales estatales, y quedó registrado como "honorarios legales" en los libros de su empresa con sede en Nueva York.
"Esperamos que la lectura de la acusación se realice el martes", dijo la abogada del republicano Susan Necheles en un correo electrónico.
Un vocero de la oficina del fiscal señaló anteriormente que había arreglado con la defensa de Trump "su entrega al fiscal de distrito de Manhattan para una audiencia de lectura de cargos" ante un tribunal.
Este acto y los cargos permanecen "bajo secreto" por el momento.
La cadena CNN menciona una treintena de cargos que giran en torno al fraude para ocultar, a fines de 2016, la circulación y contabilidad de los 130 mil dólares.
Apoyo republicano
El 45º presidente de Estados Unidos denunció en un comunicado de prensa una "persecución política y una injerencia en las elecciones presidenciales" de 2024, así como una "cacería de brujas" que "se volverá contra (Joe) Biden", el presidente demócrata elegido en noviembre de 2020 y al que Trump acusa desde hace más de dos años de haberle "robado" la victoria.
En su red social Truth Social, el multimillonario fustigó a adversarios a los que no nombró: "Me persiguen de manera falsa y vergonzosa porque saben que yo estoy al lado del pueblo estadounidense y que no puedo ser sometido a un juicio justo en Nueva York", su ciudad natal, de mayoría demócrata.
Uno de los rivales republicanos de Trump para 2024, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, calificó la inculpación como "contraria a los valores de Estados Unidos" y aseguró que su estado, donde reside el ex presidente, no respondería favorablemente "a una solicitud de extradición" del estado de Nueva York.
También el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, expresó un apoyo inquebrantable a Trump: "El pueblo estadounidense no tolerará esta injusticia" y este "abuso de poder sin precedentes" por parte del fiscal Bragg, dijo.
Mike Pence, el ex vicepresidente de Trump, de quien se ha distanciado y a quien enfrentará en las primarias republicanas, calificó igualmente la acusación como una "vergüenza".
Supuesta relación extramatrimonial
Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford y que colabora con la justicia desde hace seis años, afirmó en Twitter que "no quería derramar su champán".
"Nadie está por encima de la ley", expresó el abogado de la actriz, Clark Brewster.
La ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, una poderosa dirigente demócrata y crítica radical del magnate republicano, dijo que la acusación se basaba en "los hechos y la ley" y que esperaba que Donald Trump respetara el proceso judicial.
La justicia de Nueva York busca desde hace años determinar si el ex mandatario de 76 años es culpable de tergiversación, un delito menor, o de incumplimiento de las leyes de financiación de campañas, un delito penal, al haber pagado a Stormy Daniels justo antes de su victoria presidencial en noviembre de 2016 con el fin de que callara una supuesta relación extraconyugal que se remontaría a 2006.
Trump deberá en consecuencia desplazarse a la corte de Manhattan para que un juez le lea la acusación, ser puesto "bajo arresto" breve y simbólicamente, ser fotografiado y tomarse sus huellas dactilares. Tendrá también que declararse culpable o no culpable.
El hombre clave del caso es Michael Cohen, un ex abogado del magnate que se convirtió en su enemigo. Cohen le habría pagado a Daniels los 130 mil dólares, que luego le fueron reembolsados.
Tras haber estado en prisión, el abogado colabora con la investigación desde finales de 2018 y testificó en varias ocasiones ante el gran jurado.
"Estafa"
La prensa bullía en marzo de rumores sobre la inculpación de Trump, rodeada también de otros expedientes judiciales.
El 18 de marzo Trump logró un golpe de efecto al denunciar en Truth Social que sería "arrestado" tres días después en Nueva York. Pero nada pasó.
Tras haber mantenido en vilo a todo el país, el miércoles los diarios de Nueva York y Washington afirmaban que la justicia no se pronunciaría sobre el caso antes del 24 de abril.
Mientras tanto, Donald Trump, quien siempre ha negado haber cometido "crimen" alguno y haber mantenido un romance con Stormy Daniels, calificó el domingo la investigación de Bragg como una "estafa" orquestada por "matones" para perjudicarlo de cara a las elecciones de 2024.
Acusado por el ex presidente de ser un "animal" y un "racista", el fiscal Bragg, un magistrado afroamericano considerado de izquierda, le respondió que había "creado una falsa expectativa" mediática sobre su acusación y denunció una "injerencia" en la investigación.
LG