Un mes después de que el huracán María golpeara Puerto Rico, el presidente estadunidense Donald Trump recibió hoy en el Despacho Oval al gobernador Ricardo Rosselló, ante el que no dudó en otorgarse un 10 por su respuesta a la devastación en la isla.
"Yo diría que es un diez", respondió sin titubear a un periodista que le preguntó por la nota que, sobre diez, daría a la respuesta de la Casa Blanca a la gestión de la crisis tras el paso del ciclón. "Hemos hecho realmente un gran trabajo", había dicho ya antes.
Trump ha recibido críticas por no actuar con Puerto Rico de la misma manera en la que lo hizo con Texas y Florida, que sufrieron justo antes el paso de sendos huracanes. A Puerto Rico, por ejemplo, se desplazó cuando estaban a punto de cumplirse dos semanas del golpe del ciclón, mientras que a Texas y Florida fue a los cuatro días.
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"Necesitamos el mismo trato", había dicho Rosselló unas horas antes en el Capitolio, donde se reunió con varios congresistas, entre ellos el senador republicano Marco Rubio, en el marco de su aspiración por recibir más dinero desde Washington para la reconstrucción de una isla destrozada.
Ante los periodistas en el Despacho Oval dijo luego que Trump le ha asegurado que ningún ciudadano estadunidense "será abandonado".
Puerto Rico es un Estado libre asociado y sus ciudadanos tienen la nacionalidad estadounidense. En la isla viven 3.4 millones, una cifra similar a la que hay en territorio estadunidense continental, sobre todo en los estados de Florida y Nueva York. Como consecuencia de la devastación dejada por el huracán, se espera un nuevo éxodo de puertorriqueños hacia el estado del sur.
Rosselló viajó a Washington en busca de más ayuda financiera para una isla que antes del paso del ciclón sufría ya una severa crisis económica, con una deuda superior a los 70 mil millones de dólares.
"Reconocemos que se ha hecho mucho pero aún hay que hacer mucho", indicó el gobernador en el Despacho Oval, donde evitó dar una nota a la respuesta de Trump y su administración al ciclón. "Usted respondió inmediatamente, señor", le dijo cuando Trump le preguntó directamente si él y las autoridades federales habían hecho un buen trabajo.
Hasta hoy, más del 80 por ciento de la población continúa sin electricidad y cerca de un tercio, sin acceso a agua potable. El gobernador habló de una "situación catastrófica".
La cifra oficial de muertos es hasta el momento de 48, aunque una reciente investigación periodística apuntaba que las víctimas mortales del huracán pueden ser muchas más, incluso cientos.
Varios senadores demócratas llamaron de hecho a la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, a investigar si el número oficial es o no correcto. "Tenemos razones para pensar que el total puede estar minimizado", indicaron en una carta.
Trump, que durante su visita a Puerto Rico el 3 de octubre fue criticado entre otras cosas por decir que la isla había tenido suerte por no haber vivido "una catástrofe verdadera como Katrina, aseguró que la isla atraviesa una situación "peor" que la que dejó ese huracán cuando, en 2005, arrasó Nueva Orleans.
La Cámara de Representantes aprobó la semana pasada una partida de 36 mil 500 millones de dólares -que aún debe recibir el visto bueno del Senado- para los territorios que han sufrido catástrofes naturales en los últimos meses, incluido Puerto Rico. De ese dinero, 4 mil 900 millones son para un préstamo que dé liquidez a las autoridades isleñas y otros mil 200 para un programa de asistencia nutricional.
Rosselló confía en poder obtener entre 4 mil 200 y 4 mil 600 millones adicionales. "En estas emergencias puede parecer que las cosas se están estabilizando pero también hay problemas que pueden surgir en el futuro como emergencias de salud pública. Debemos tener una visión de conjunto", dijo en el Capitolio antes de ir a la Casa Blanca.
JOS