El presidente estadunidense, Donald Trump, recibió a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en el primer día de una "visita de Estado" cargada de símbolos.
Macron aterrizó en Estados Unidos a primera hora de la tarde, acompañado de su esposa Brigitte, y ambos pasearon por el centro de Washington antes de reunirse con Trump y su mujer, Melania.
"Este es un gran honor y una visita de Estado muy importante, dado el contexto actual", dijo Macron a los periodistas al llegar a la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington.
La visita de Macron se produce en un momento decisivo para ese último acuerdo, porque Trump ha dado un ultimátum a Francia, Alemania y el Reino Unido para que negocien con él un pacto paralelo que corrija los "defectos" del arreglo original antes del próximo 12 de mayo, si no quieren que se retire de él.
El objetivo del presidente francés es tratar de convencer a Trump de que no cumpla esa amenaza, porque, a su juicio, Occidente "no tiene ningún plan B para el tema nuclear" con Irán.
Esta es la primera vez que Trump saca la alfombra roja para recibir a un aliado extranjero desde que llegó al poder hace 15 meses: es el único presidente estadunidense en décadas que no acogió ninguna visita de Estado en su primer año en el poder.
Acompañados por sus esposas Melania Trump y Brigitte Macron, ambos líderes tienen previsto reunirse a última hora de la tarde en Mount Vernon, hogar del primer presidente estadunidense George Washington, para una cena privada frente al Potomac, nueve meses después de su primer encuentro en el segundo piso de la Torre Eiffel, en París.
JOS