En una de las semanas más convulsas que ha vivido el Reino Unido últimamente, hizo su aparición en el país el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rodeado de una gran hostilidad ciudadana, puesta de manifiesto en numerosas protestas.
El mandatario llegó a Londres procedente de Bruselas, donde asistió a la cumbre de la OTAN, no sin antes poner en cuestión la política sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea de la primera ministra británica, Theresa May.
"No sé si votaron por eso", manifestó Trump en una rueda de prensa en la capital belga, en referencia al Libro Blanco sobre el Brexit que el gobierno presentó hoy en la Cámara de los Comunes y que provocó la dimisión de dos de sus principales ministros, partidarios de un Brexit más duro.
"La gente votó para separarse (de la Unión Europea), así que me imagino que eso es lo que harán, pero tal vez tomen un camino diferente", agregó.
Trump, acompañado de su esposa, Melania, llegó al aeropuerto de Stansted, al norte de la capital británica, sin importarle la desaprobación que su visita ha causado a parte de la sociedad británica.
"Está bien", comentó momentos antes de partir al Reino Unido sobre las manifestaciones convocadas por su presencia, al tiempo que aseguró que "gusta mucho" en el país y opinar que comparten sus visiones sobre migración.
Relación con May es "muy sólida": Trump
Donald Trump dijo que su relación con la primera ministra británica Theresa May es "muy, muy sólida", tras la publicación de una entrevista en la que le lanzó duras críticas.
"La relación es muy, muy sólida, tenemos una muy buena relación", dijo Trump al lado de May, al principio de una reunión en Chequers, la residencia campestre de la primera ministra en las afueras de Londres.